En una apuesta por acercarse aún más a los territorios, el Instituto Nacional de Salud —INS y la Gobernación del Atlántico, firmaron un convenio basado en la cooperación científica e innovación tecnológica para el fortalecimiento de los procesos de investigación y vigilancia en Salud Pública en el departamento.
Con la firma del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, y el director del INS, Giovanny Rubiano, inicia una nueva historia en que el ente nacional dispondrá de personal altamente calificado para Incorporar las acciones del INS al andamiaje del departamento del Atlántico.
“Estamos muy felices con la firma de este convenio, que es de cooperación y de ayuda técnica y científica entre la Gobernación del Atlántico y el Instituto Nacional de Salud, en el marco de la desconcentración de Instituto a nivel país”, indicó Rubiano.
Agregó que hará transferencia de innovación y tecnología para ir de la mano del señor gobernador y toda la parte operativa de la entidad territorial para abarcar todo el departamento y así mejorar los indicadores de Salud Pública.
El gobernador expresó que la humanidad ha tenido unas lecciones muy importantes como las dejadas por la pandemia, por tanto, asegura que para la Gobernación del Atlántico es clave construir no solo procesos de prevención, sino, estar preparados con mayores investigaciones, como por ejemplo la de los sueros antiofídicos que no se conocen en el departamento y que pueden ser de mucha ayuda frente a cualquier dificultad.
“Es importante tener para nosotros esta oportunidad, el Instituto Nacional de Salud, nos da una oportunidad muy grande de estar prevenidos, de estar construyendo un proceso para estar preparados ante cualquier evento contra nuestra salud”.
El director del INS hizo un importante anuncio al informar que dentro del convenio está contemplada la formación de vigías de la salud que se articulará con los Equipos Básicos de Atención que entrarán a operar en el departamento.
La figura de los vigías, que en el pasado eran los estudiantes de básica secundaria que como requisito extracurricular debían cumplir con actividades de promoción de la salud en las comunidades para poder graduarse, ahora se renueva y se traslada a aquellas personas que en caseríos, veredas y corregimientos, quieran voluntariamente adquirir los conocimientos necesarios y ser el complemento de los médicos, enfermeras y guardianes de la salud en el Atlántico.
“Esta estrategia es de carácter nacional y el Atlántico es el primer departamento de la Región Caribe en implementar este modelo de vigilancia único a través de la formación de vigías y gestores comunitarios”, anotó Rubiano.
Dentro de las bondades del convenio también se destaca incorporar, adaptar e implementar territorialmente las tecnologías para la gestión del conocimiento y dar respuesta a la confirmación por Laboratorio de Eventos de Interés en Salud Pública y generar estrategias para la ampliación de la red de laboratorios con cumplimiento de estándares de calidad para atender epidemias o pandemias.
A esto se suma los proyectos de cooperación internacional que se puedan lograr con ONGs y la OPS, al tener al INS como garante.
Otro aspecto para resaltar es la optimización de la disponibilidad de antivenenos del INS en el departamento del Atlántico, con apoyo en abordaje de los eventos, disminución en el tiempo de mordedura y administración de los mismos, como herramienta de mayor impacto para disminuir las complicaciones en eventos desatendidos.
Es así como sueros antiofídicos, antiarácnidos y antiescorpión (estos dos últimos fueron elaborados por el Instituto y ya se encuentran disponibles para su distribución), serán de fácil acceso para el departamento y la región Caribe.
Existen muchas expectativas en torno a este convenio y a los beneficios que traerá al departamento, por lo que desde ya la Gobernación del Atlántico, a través de la Secretaría de Salud departamental, iniciará en el corto plazo las gestiones administrativas para la selección del talento humano que estará al frente de su funcionamiento.
El convenio tendrá una duración de cinco años, contados a partir de la fecha de su perfeccionamiento, término que podrá ser prorrogado y no genera gasto presupuestal o contraprestación económica alguna para las partes.