PUBLICIDAD

Hipopótamos en Colombia: el plan de control sigue estancado y el problema crece

- Los costos de la intervención aumentan mientras el número de ejemplares podría alcanzar los 1.000 en 2035

La población de hipopótamos en Colombia sigue creciendo sin control, mientras el plan gubernamental para frenar su expansión no ha mostrado avances significativos. Expertos advierten que, si no se toman medidas urgentes, la cifra de estos animales invasores podría alcanzar los 1.000 ejemplares para 2035, lo que complicaría aún más su manejo y aumentaría los costos de intervención.

Así lo señaló Germán Jiménez, profesor e investigador en manejo y conservación de fauna silvestre de la Universidad Javeriana, quien criticó la falta de acciones concretas tras la sanción del plan de control anunciado el año pasado.

“No ha pasado nada. Se aprobaron estrategias, pero en la práctica no hay ninguna actividad en curso”, afirmó el especialista, en el marco del Día Internacional del Hipopótamo (15 de febrero).

Un problema que crece sin control

Los hipopótamos llegaron a Colombia en la década de 1980, cuando el narcotraficante Pablo Escobar importó cuatro ejemplares para su zoológico privado en la Hacienda Nápoles. Tras su muerte en 1993, los animales se reprodujeron sin depredadores naturales y encontraron en la región del Magdalena Medio un hábitat ideal para su expansión.

El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible presentó en 2024 un plan de manejo basado en tres estrategias principales:
Translocación (traslado de los animales a otros países o zonas controladas).
Esterilización quirúrgica para frenar la reproducción.
Confinamiento de la población existente.

Como última medida, se contempla la eutanasia bajo estrictos estándares de bienestar animal.

Sin embargo, Jiménez advierte que el plan no ha sido ejecutado y que en recientes visitas al Magdalena Medio no se ha evidenciado ninguna acción en marcha.

El impacto ambiental y el alto costo del control

El crecimiento descontrolado de los hipopótamos representa una amenaza para el ecosistema colombiano. Su presencia ha afectado la fauna nativa, los cultivos y ha generado riesgos para las comunidades locales.

Además, los costos para implementar las estrategias de control han aumentado con el tiempo. Esterilizar a un solo hipopótamo puede costar alrededor de 40 millones de pesos (unos 9.700 dólares), lo que hace que la intervención sea cada vez más difícil.

“Si no actuamos pronto, la población seguirá creciendo y podría surgir tráfico ilegal de crías o incluso migración de los hipopótamos a nuevas regiones del país”, alertó el experto.

Un futuro incierto

El panorama se complica aún más debido a los recortes presupuestales en Colombia y la disminución de ayuda internacional de países como Estados Unidos, lo que podría limitar aún más los recursos destinados a programas de conservación y control de especies invasoras.

Por ahora, la solución sigue siendo una incógnita, mientras los hipopótamos continúan multiplicándose y transformando los ecosistemas del Magdalena Medio.