La Gobernación del Atlántico anunció una recompensa de hasta 10 millones de pesos para quien entregue información que permita ubicar y capturar a los responsables de la masacre ocurrida en una cabaña del municipio de Puerto Colombia, donde tres personas fueron asesinadas y otras nueve resultaron heridas durante una fiesta el pasado fin de semana.
Las víctimas mortales del ataque fueron identificadas como Luis Alfredo Vergara Julio, de 25 años; Ronald José Alarcón, de 19; y Maciel Karina Gómez, de 25, esta última reconocida comunicadora social y DJ. El hecho se registró en la cabaña Eco House Villa de Olvega, ubicada en la vía al mar, en inmediaciones del colegio Altamira.
De acuerdo con el general Edwin Urrego, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, en la escena del crimen se hallaron múltiples vainillas calibre nueve milímetros, utilizadas por los sicarios que ingresaron al lugar a bordo de motocicletas. “Hicimos una inspección técnica al lugar y encontramos evidencia que indica que se utilizó armamento tipo pistola 9 mm. Además, todo apunta a que en la fiesta se habría consumido sustancias estupefacientes”, afirmó el oficial.
Durante la acción armada, dos personas fallecieron de manera inmediata en el sitio y una más en la Clínica Portoazul, donde fueron trasladadas junto a los heridos.
Ante la gravedad del caso, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, se pronunció señalando que el crimen podría estar relacionado con disputas entre bandas delincuenciales por el control del territorio. “Estamos analizando este hecho que, como muchos otros, parece tener su origen en enfrentamientos internos entre estructuras criminales. Aún no tenemos todos los detalles, pero estamos trabajando estrechamente con la Policía para esclarecer los móviles y capturar a los responsables”, declaró Verano.
Las autoridades invitan a la ciudadanía a colaborar con la investigación. Cualquier persona que tenga información sobre los hechos puede comunicarse de manera confidencial con las líneas de atención dispuestas por la Policía Nacional.
Este nuevo episodio de violencia revive las alarmas sobre la seguridad en las zonas turísticas del departamento y refuerza la urgencia de estrategias articuladas que garanticen la tranquilidad de los ciudadanos y visitantes. La comunidad clama por justicia y exige acciones contundentes frente a los brotes de criminalidad que han venido afectando a Puerto Colombia y otras zonas costeras del Atlántico.