El panorama político dentro del Partido Conservador suma un nuevo capítulo con la inminente inscripción del excontralor general Felipe Córdoba como precandidato presidencial. La colectividad fijó el próximo 10 de diciembre como el último día para registrar aspiraciones, y será en esa fecha cuando Córdoba oficialice su intención de competir por la nominación.

El Directorio Nacional Conservador decidió, por mayoría, ampliar el plazo de inscripción —inicialmente previsto para el 1 de diciembre— con el fin de “garantizar una participación más amplia de militantes y líderes”, en un momento en que varios sectores del partido insisten en la necesidad de presentar un candidato fuerte y propio para la contienda presidencial de 2026.

Sin embargo, la decisión generó tensiones internas. El senador Efraín Cepeda, también precandidato, criticó el cambio y sugirió que detrás de esta ampliación existe la influencia de sectores afines al petrismo dentro del partido. A través de una carta enviada a la presidenta de la colectividad, Nadia Blel, advirtió que un aspirante “sin tradición conservadora” podría poner en riesgo la unidad y la competitividad del partido en las elecciones.

Cepeda también expresó su preocupación por el acelerado avance del calendario electoral, señalando que las demoras podrían comprometer la posibilidad real de que el partido llegue con un candidato robusto a la campaña presidencial.

Junto a Cepeda y Córdoba, también figura como precandidata la representante a la Cámara Juana Carolina Londoño, quien ya oficializó su aspiración.

En caso de que Córdoba resulte elegido como el candidato conservador, su campaña tendría un componente adicional: el excontralor también adelanta la recolección de firmas, por lo que recibiría un coaval del partido, fortaleciendo su estructura política con apoyo mixto.

La próxima semana será decisiva para el conservatismo, que deberá definir cómo competirá en el tablero presidencial de 2026 y cuál será la ficha que represente a una de las colectividades históricas del país.