En un momento crucial para la historia reciente de Coolechera, el agente interventor designado por la Superintendencia, Richard Díaz, conversó con lavibrante.com para esclarecer los hechos relacionados con el contrato celebrado por su antecesor con la empresa Green Summer Corporation, así como para explicar el estado actual de la cooperativa y los pasos que se están tomando para garantizar su recuperación y devolverle la confianza a trabajadores, asociados y proveedores.
¿Cuál es su análisis preliminar sobre el contrato firmado por el exinterventor Alfonso Gómez con Green Summer Corporation? ¿Considera que este ponía en riesgo la operación de Coolechera?
“Me encontré con sorpresa la existencia de este contrato. Y lo digo así porque antes de asumir, era de conocimiento que aún no existía una medida por parte de la Superintendencia que aprobara un plan de recuperación o un diagnóstico aceptado. La resolución de mi nombramiento precisamente otorgaba un mes para subsanar el diagnóstico presentado por el agente anterior, lo que indica que no había una base legal ni técnica para suscribir compromisos de tal magnitud. Por tanto, firmar un contrato sin estos soportes ponía en riesgo la operación y la estabilidad de Coolechera”.
¿Cuál es el estado actual de ese contrato? ¿Ha sido anulado, suspendido o se mantiene vigente mientras avanzan las investigaciones?
“La Superintendencia emitió una resolución en la que ordena la cancelación del contrato. La entidad encontró que se violaron varios procedimientos esenciales, como contar con un plan de recuperación aprobado y un diagnóstico válido. Además, no se realizó el estudio del SARLAFT, un requisito indispensable para la celebración de cualquier contrato en Coolechera. Todo esto generó un manto de dudas sobre el contrato, que ha sido formalmente anulado”.
¿Qué medidas inmediatas ha tomado desde su designación para garantizar la transparencia y la estabilidad de la cooperativa?
“Desde mi llegada he sostenido reuniones constantes con todos los grupos de interés: jefes de área, organizaciones sindicales de Barranquilla y Cartagena, trabajadores y asociados. Queremos que todos sientan tranquilidad y confianza en que se está trabajando con transparencia. Emitiremos un comunicado general explicando nuestra hoja de ruta. Nuestro objetivo es devolverle a Coolechera el lugar que merece en la industria láctea nacional”.
¿Qué hallazgos ha encontrado hasta ahora en los procesos internos de Coolechera desde que asumió la intervención?
“Nos hemos encontrado con una realidad compleja. Existen situaciones financieras delicadas, muchas ya conocidas, pero cuya gravedad se evidencia más en el día a día. La infraestructura logística necesita intervenciones urgentes, tanto en la planta como en los centros de acopio. También hemos identificado deudas laborales con los trabajadores y necesidades latentes de los asociados. Es una larga lista de retos, pero estamos convencidos de que trabajando juntos lograremos superarlos”.
¿Considera usted que hubo fallas de control previo por parte del revisor fiscal o de otros entes de supervisión en la firma del contrato con Green Summer Corporation?
“No creo que haya responsabilidad del revisor fiscal en este caso. La firma del contrato fue intempestiva y a espaldas de los órganos de control. La notificación del final del periodo del agente anterior ocurrió un viernes, y el contrato fue enviado un lunes festivo a las 9:52 de la noche, lo cual claramente deja ver que se actuó al margen de los procedimientos internos y externos. No se sabe el origen de los recursos de Green Summer ni se adelantaron las debidas verificaciones. Esto no solo deja en entredicho la legalidad del proceso, sino que afecta directamente a los trabajadores y a la reputación de la cooperativa”.
¿Cuál será su estrategia para recuperar la confianza de los asociados, trabajadores y proveedores de Coolechera en medio de esta crisis reputacional?
“Lo más importante es fortalecer los canales de comunicación directa, de forma abierta y participativa. Todos deben sentirse parte del proceso. Hemos revisado los números y creemos que, con la recuperación de la planta y una inyección de capital que permita el pago a acreedores, podemos lograr una recuperación real. Presentaremos un plan de recuperación sólido, aterrizado a la realidad, que buscará el respaldo de la Superintendencia, los trabajadores, los proveedores y los asociados. Porque todos somos beneficiarios de que Coolechera vuelva a ser la gran empresa que fue”.
Con esta hoja de ruta clara, el agente interventor Richard Díaz reafirma su compromiso con la transparencia, el diálogo y la reestructuración integral de Coolechera. La recuperación, aunque desafiante, parece cada vez más posible con una gestión decidida y unida.