Una tarde de angustia y caos vivió el sector de La Loma de La Manga, en el suroccidente de Barranquilla, tras el volcamiento de un bus de servicio especial que embistió a varias personas antes de estrellarse contra un árbol. El hecho, que ocurrió este viernes, dejó un saldo de múltiples lesionados, entre ellos menores de edad y motociclistas que transitaban por la vía.
Según los primeros reportes, el accidente se habría originado por una falla en los frenos del vehículo mientras descendía por la empinada loma. El bus, que prestaba servicio para un grupo de personas que regresaban de un sepelio, perdió el control en la pendiente, arrasando con todo a su paso, incluidos peatones y motociclistas, antes de quedar volcado a un costado de la vía.
La escena fue de total conmoción. En cuestión de minutos, varias ambulancias llegaron al lugar para atender la emergencia y trasladar a los heridos a clínicas cercanas, mientras unidades de la Policía Metropolitana acordonaban el área para permitir la labor de los organismos de socorro y evitar nuevos incidentes.
Las imágenes que circulan en redes sociales muestran el bus completamente destruido, con vidrios rotos y la carrocería destrozada, lo que evidencia la magnitud del impacto. Testigos aseguran que, de no ser por la rápida reacción de los cuerpos de emergencia, la tragedia pudo haber tenido consecuencias aún más graves.
“Fue un milagro que no haya muertos. Ese bus venía como loco y la gente solo gritaba. Algunos alcanzaron a correr, pero otros no tuvieron tiempo”, relató uno de los residentes del sector.
Las autoridades iniciaron una investigación para determinar con precisión las causas del accidente, revisar el estado técnico del vehículo y establecer responsabilidades. Mientras tanto, familiares de los heridos permanecen atentos al estado de salud de sus seres queridos, algunos de los cuales presentan lesiones de consideración.
Este nuevo hecho vuelve a poner en el centro del debate la seguridad del transporte especial en la ciudad y la necesidad de reforzar los controles técnicos y mecánicos a los vehículos que prestan estos servicios, especialmente en zonas con alto riesgo vial como la Loma de La Manga.