La capital del país comienza a ver materializado uno de los proyectos más esperados en su historia de movilidad. En la madrugada de este martes llegó al puerto de Cartagena el primer tren de la Línea 1 del Metro de Bogotá, una obra que promete transformar el transporte urbano de millones de ciudadanos.
El anuncio fue hecho por el alcalde Carlos Fernando Galán, quien destacó la importancia de este hito para la ciudad. El tren, fabricado en Changchun, China, por la firma Railway Rolling Stock Corporation, partió desde el puerto de Qingdao el pasado 3 de agosto y tras 30 días de travesía llegó finalmente a territorio colombiano. El proceso de descargue, que incluye inspección, izaje con grúa, posicionamiento y aseguramiento en la cama baja, se estima tomará alrededor de ocho horas.
La Línea 1 del Metro contará con 30 trenes de seis vagones cada uno. Una vez los convoyes sean trasladados a Bogotá, llegarán al patio taller donde iniciarán las pruebas estáticas y dinámicas en un tramo de mil metros de vía férrea. Según el cronograma, la obra presenta un avance del 70 % y se espera que esté finalizada en diciembre de 2025, mientras que las operaciones comerciales comenzarían en marzo de 2028.
Leonidas Narváez, gerente de la Empresa Metro de Bogotá, aseguró que la llegada de los trenes marca un antes y un después en el desarrollo del sistema. “Estamos ante un momento histórico para la ciudad. Cada avance refleja el compromiso por ofrecer un transporte moderno, seguro y sostenible a los bogotanos”, afirmó.
Los trenes de la primera línea serán 100 % eléctricos, con una longitud de 148 metros distribuidos en seis vagones y una velocidad promedio de 41 km/h. El trazado abarcará 16 estaciones desde el Portal de las Américas hasta la calle 72, recorrido que tomará apenas 27 minutos y permitirá reducir significativamente la congestión vial en la capital.
Con este primer arribo, Bogotá empieza a ver más cerca la materialización de un sueño que ha tardado décadas en concretarse. El reto ahora será cumplir con los tiempos de construcción y garantizar que la infraestructura acompañe la operación del sistema que cambiará para siempre la movilidad en la ciudad.