La industria de la moda se viste de luto tras la muerte de Giorgio Armani, uno de los diseñadores más influyentes y admirados del último siglo. El creador de la marca que lleva su nombre falleció a los 91 años en su residencia de Milán, acompañado de su familia y de Leo Dell’Orco, su compañero durante las últimas dos décadas, según informó el grupo Armani.
“Con infinito pesar, el grupo Armani anuncia el fallecimiento de su creador, fundador e incansable motor: Giorgio Armani. El señor Armani, como siempre le han llamado con respeto y admiración sus empleados y colaboradores, falleció tranquilamente, rodeado de sus seres queridos. Incansable, trabajó hasta sus últimos días, dedicándose a la empresa, a las colecciones y a los diversos y siempre nuevos proyectos en curso y en desarrollo”, comunicó oficialmente la casa de moda.
Una vida dedicada al estilo y a la elegancia
Hace unas semanas, Armani fue hospitalizado por una infección pulmonar que lo obligó a convalecer en su casa de la Via Borgonuovo, en Milán. Este episodio le impidió asistir al desfile masculino de alta costura en junio, una ausencia que ya encendía las alarmas, pues el diseñador rara vez se alejaba de sus talleres.
Conocido mundialmente como “el re Giorgio”, Armani transformó para siempre la manera de vestir al hombre y a la mujer modernos, rompiendo con las estructuras rígidas de la sastrería clásica y otorgándole a la moda un aire de libertad y sofisticación atemporal.
Los orígenes de una leyenda
Nacido en Piacenza en 1934, Giorgio Armani inició estudios de medicina antes de incorporarse al ejército, pero su destino estaba en otra parte. En 1957 comenzó a trabajar como escaparatista en los almacenes La Rinascente en Milán, donde descubrió su pasión por el diseño.
En 1964 recibió la oportunidad de Nico Cerruti, quien lo incorporó como diseñador de ropa masculina. Allí innovó con chaquetas ligeras, sin forro ni relleno, que marcaron un antes y un después en la sastrería. Durante esa etapa conoció a Sergio Galeotti, arquitecto y socio de vida y negocios, quien lo convenció de fundar su propia casa de moda. En 1975 nació la firma Giorgio Armani, que pronto se convertiría en un símbolo global del lujo, la elegancia y el diseño italiano.
Un legado universal
Armani vistió a estrellas de Hollywood, lideró la expansión de la moda italiana en el mundo y se consolidó como un referente absoluto de estilo. Además, extendió su marca a perfumes, hoteles, muebles y accesorios, consolidando un imperio que hoy se mantiene como uno de los más poderosos de la industria.
Su legado no solo está en los pasillos de las pasarelas ni en las alfombras rojas, sino en la manera en que millones de personas entendieron la moda como un acto de libertad, identidad y elegancia.
Con su partida, el mundo pierde a un creador irrepetible, pero su nombre, su estilo y su visión seguirán marcando generaciones enteras.