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El fútbol mundial despide a Miguel Ángel Russo, un símbolo de liderazgo y gloria en los banquillos

Miguel Ángel Russo, - Colprensa

El mundo del fútbol lamenta la partida de Miguel Ángel Russo, uno de los entrenadores más influyentes de las últimas décadas en Sudamérica. El estratega argentino falleció a los 69 años tras enfrentar una fuerte infección que deterioró su estado de salud en los últimos días y lo obligó a retirarse del banquillo de Boca Juniors, el último club que dirigió.

Horas antes de confirmarse su deceso, Boca Juniors había emitido un comunicado informando que Russo permanecía hospitalizado y en estado reservado, hecho que generó una ola de mensajes de apoyo y solidaridad hacia el técnico y su familia.

Miguel Ángel Russo deja un legado imborrable. Como jugador, brilló en Estudiantes de La Plata, pero fue en su faceta como entrenador donde alcanzó la grandeza. A lo largo de su carrera dirigió 16 equipos en Argentina, México, Arabia Saudita, España, Perú, Paraguay y Colombia, acumulando nueve títulos nacionales, una Copa Libertadores con Boca Juniors en 2007 y el ascenso histórico de Lanús a primera división en la temporada 1989-1990.

Entre los clubes que guiaron su trayectoria figuran Lanús, Estudiantes de La Plata, Universidad de Chile, Rosario Central, Salamanca, Colón, Los Andes, Monarcas Morelia, Vélez Sarsfield, Boca Juniors, San Lorenzo, Racing, Millonarios, Alianza Lima, Cerro Porteño y Al Nassr.

En Colombia, Miguel Ángel Russo es recordado con especial cariño por la hinchada de Millonarios, equipo al que llegó en 2017 y con el que conquistó dos títulos: la Liga del segundo semestre de ese año y la Superliga en 2018. Durante su paso por el club embajador dirigió 172 partidos, alcanzando un rendimiento cercano al 52%, y dejando una huella profunda por su carácter, disciplina y humildad.

La partida de Miguel Ángel Russo enluta al fútbol internacional, pero su legado, su pasión y su visión del juego permanecerán vivos en cada equipo que dirigió y en cada hincha que lo vio levantar trofeos con la serenidad y sabiduría que siempre lo caracterizaron.