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EE.UU. intensifica control migratorio: Las redes sociales en la mira para visas estudiantiles

Como parte de una nueva estrategia de seguridad migratoria, el gobierno de Estados Unidos ha comenzado a implementar un sistema de revisión de redes sociales para solicitantes y titulares de visas estudiantiles. La medida, impulsada por el Departamento de Estado, busca reforzar los filtros de admisión y permanencia en el país para estudiantes internacionales.

De acuerdo con informes de Axios y The New York Times, esta política no solo afecta a quienes deseen ingresar con una visa académica, sino también a aquellos que ya residen en EE.UU. con estatus migratorio válido. A través de herramientas de inteligencia artificial, las autoridades examinan publicaciones en redes sociales en busca de contenido vinculado a organizaciones catalogadas como terroristas. El programa, denominado “Catch and Revoke”, ha generado un intenso debate. Su objetivo es detectar y revocar visas de estudiantes que, según la interpretación de las agencias de seguridad, puedan representar un riesgo para la estabilidad nacional.

¿A quiénes afecta esta medida?

Los controles aplican a quienes soliciten o ya posean visas de tipo F-1, M-1 y J-1, que corresponden a estudios académicos, técnicos y de intercambio. Los funcionarios consulares han recibido instrucciones para analizar la actividad pública en redes como X (antes Twitter), Facebook e Instagram, archivando cualquier contenido considerado relevante para su evaluación.

Según reportes recientes, más de 300 visas han sido revocadas bajo estos criterios. El secretario de Estado, Marco Rubio, confirmó que la medida responde a preocupaciones de seguridad, aunque evitó detallar si las revocaciones están relacionadas directamente con protestas universitarias o posturas críticas frente a la ofensiva militar en Gaza.

Casos de estudiantes afectados

Uno de los casos más mediáticos es el de Rumeysa Ozturk, estudiante de doctorado en la Universidad de Tufts, quien fue detenida por agentes del Departamento de Seguridad Nacional tras haber participado en la redacción de un artículo crítico sobre la respuesta institucional a protestas estudiantiles. Ozturk enfrenta acusaciones de presunto apoyo a Hamás, aunque no se han presentado pruebas concretas en su contra.

Además de su caso, medios como The New York Times han documentado al menos ocho situaciones similares, donde estudiantes y académicos de diversas nacionalidades han sido detenidos o enfrentan procesos de deportación debido a su actividad en línea o participación en protestas.

Controversia y reacciones

La medida ha generado inquietud entre organizaciones civiles y jurídicas, que advierten sobre el posible impacto en la libertad de expresión. La Foundation for Individual Rights and Expression (FIRE) ha señalado que penalizar a estudiantes por sus publicaciones en redes sociales podría sentar un precedente preocupante.

Por su parte, el gobierno estadounidense ha defendido la iniciativa argumentando que el otorgamiento de visas es una facultad soberana del Estado, y que la vigilancia digital es una herramienta legítima para garantizar la seguridad del país.

Mientras tanto, abogados y grupos defensores de derechos civiles continúan explorando vías legales para impugnar estas decisiones y frenar posibles abusos en la aplicación de esta nueva política.