Un nuevo intercambio de mensajes entre el presidente Gustavo Petro y el expresidente Álvaro Uribe Vélez volvió a encender la confrontación política en redes sociales, esta vez con señalamientos cruzados sobre seguridad, justicia, política social y el balance de sus respectivos gobiernos.

El jefe de Estado respondió a los cuestionamientos del exmandatario con una comparación directa de cifras de homicidios y masacres, y con críticas a lo que calificó como la ausencia de propuestas estructurales por parte de la oposición. En su mensaje, Petro cuestionó el énfasis de Uribe en las estadísticas de violencia y lo invitó a plantear iniciativas concretas en temas como la reforma agraria, la ampliación del sistema pensional y el acceso universal a la educación superior.

Petro defendió el enfoque social de su administración, asegurando que su gobierno dejará una cobertura universitaria cercana al 60 % y planteó el reto de ampliarla aún más. También hizo referencia al futuro de Ecopetrol y la transición energética, señalando que, a su juicio, la sostenibilidad de la empresa depende de su ingreso decidido a las energías limpias. En materia tributaria, reiteró su propuesta de aumentar los impuestos a los sectores con mayores ingresos para garantizar derechos básicos como el acceso al agua potable, la salud y la educación.

En cuanto a seguridad, el presidente insistió en que las comparaciones deben hacerse con datos oficiales y promedios de cada administración. Afirmó que no se trata solo de contar muertos, sino de evaluar de manera integral los resultados en protección de la vida. En ese contexto, mencionó el proceso judicial del hermano del expresidente, señalando que, según su interpretación, la justicia ya se pronunció.

La respuesta de Uribe no tardó en llegar. El exmandatario afirmó que no se referiría a la familia del presidente, pero acusó a Petro de utilizar decisiones judiciales con fines políticos. En su mensaje, sostuvo que el actual Gobierno estaría aprovechando el proceso contra su hermano para desviar la atención de presuntos hechos de corrupción y de la situación de orden público del país.

Uribe enumeró problemáticas como el número de masacres registradas en el año, el aumento de secuestros y el crecimiento de los cultivos ilícitos, señalando que, en su criterio, estos hechos evidencian un deterioro de la seguridad bajo la actual administración. También cuestionó el manejo de los recursos públicos y la relación del Gobierno con el Congreso.

Frente a este punto, la defensa de Santiago Uribe Vélez aclaró que el proceso judicial en su contra no ha concluido y que se mantiene la presunción de inocencia. Según su abogado, el fallo conocido no es definitivo, ya que fue absuelto en primera instancia y la decisión posterior será impugnada ante la Corte Suprema de Justicia. Además, aseguró que no existe prueba que vincule a Santiago Uribe con los hechos que se le atribuyen y reiteró que el expresidente Álvaro Uribe Vélez no ha sido requerido ni vinculado formalmente en ese proceso.

El cruce de mensajes refleja un nuevo capítulo en la prolongada confrontación política entre dos de las figuras más influyentes del país, en un contexto marcado por el debate sobre seguridad, justicia y el rumbo institucional de Colombia.