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Con valor y vocación, patrullera María Alejandra Vieda dio su vida por la patria en Valdivia, Antioquia

La patrullera María Alejandra Vieda Almario, de tan solo 21 años, fue asesinada durante un ataque armado perpetrado por el ELN contra la estación de Policía en Valdivia, Antioquia. La joven, que llevaba apenas cuatro meses en la institución, fue alcanzada por cuatro impactos de bala mientras defendía con firmeza a sus compañeros y a la comunidad. Uno de los disparos la hirió gravemente en el abdomen, y aunque fue trasladada de urgencia a un centro asistencial en Yarumal, no logró sobrevivir.

Su madre, Enid Almario, conmovió al país con su testimonio lleno de valentía y amor por su hija. “Ella no se iba a esconder. Siempre dijo que defendería la patria como fuera. Y así fue. Mi hija murió haciendo lo que amaba”, expresó entre lágrimas, pero con una entereza que ha sido admirada por todos.

Desde pequeña, María Alejandra soñaba con ser policía. Jugaba con pistolas de juguete y decía con orgullo que quería servir a Colombia. Esa vocación la llevó a destacarse en poco tiempo dentro de la Policía Nacional, ganándose el respeto de sus superiores y compañeros. “Era una guerrera. Siempre decía que iba a ser grande… y lo fue. Nos dejó en alto”, recordó su madre.

Durante el ataque, en medio de más de 130 disparos, María Alejandra preguntó por su mamá y alcanzó a entregar sus pertenencias personales antes de sucumbir a sus heridas. Ese último gesto la humaniza aún más y revela la fortaleza de su espíritu.

Doña Enid, madre comunitaria por más de una década y ahora dedicada a su hogar, confesó que tanto ella como el padre de María Alejandra también soñaron con servir en la Policía, sueño que ahora vivieron a través de su hija. “Mi hija amaba a Colombia y a la institución. Murió con honor. Siempre decía: ‘Dios y patria’… y eso nos dejó como bandera”, afirmó.

La vocación por el servicio también ha inspirado a otros miembros de la familia: una sobrina que se graduó recientemente como policía, su yerno que también pertenece a la institución y hasta un vecino que decidió alistarse en el Ejército tras conocer su historia.

A los padres de Colombia les dejó un mensaje de esperanza: “No les corten los sueños a sus hijos. Si Dios los puso en ese camino, hay que apoyarlos. Mi hija murió haciendo lo que amaba”.

El país ha reaccionado con solidaridad ante este crimen. El director de la Policía, general Carlos Fernando Triana, ofreció una recompensa de hasta 50 millones de pesos por información que permita capturar a los responsables. “Estamos de luto, pero no bajaremos la guardia”, expresó.

Desde lavibrante.com rendimos homenaje a la patrullera María Alejandra Vieda, símbolo de coraje, vocación y amor por Colombia. Su memoria vivirá como ejemplo de servicio y entrega por la vida y la paz de todos los colombianos.