La intensa erosión costera que afecta a las playas de Puerto Colombia está dejando serias consecuencias para más de 20 comerciantes locales que dependen del turismo para su sustento. Los quioscos que venden productos y servicios a los turistas, conocidos como casetas, han tenido que ser desmontados o reubicados debido a la agresiva fuerza de las olas, que han invadido la zona costera.
Establecimientos icónicos de la zona, como Diosa del Mar, Estrella de Mar, Mar de Plata y Techo Rojo, han reportado daños significativos. Algunos caseteros intentaron mover sus negocios hasta 30 metros tierra adentro, pero las olas no han cesado, afectando gravemente sus actividades comerciales en esta temporada alta para el turismo.
Jaqueline García, una de las afectadas y dueña de un quiosco, expresó su preocupación por la situación: “Nos afecta de tal forma que todas las familias que vivimos de estos trabajos quedaríamos sin nada. Cuando uno tiene un sueldo, saca el pan de cada día de este trabajo, y con la fuerza del oleaje no hay nada que se pueda hacer. La ola entra con facilidad y se lleva todo a su paso”.
Medidas de la Alcaldía frente a la emergencia
Ante la situación, la Alcaldía de Puerto Colombia ha comenzado a implementar medidas preventivas para mitigar el impacto de la erosión. Leonardo Vargas, jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo, detalló que el gobierno municipal ha comenzado a instalar sacos con arena a lo largo de las zonas más afectadas, como las playas del Barranco, con el objetivo de frenar la fuerza de las olas y proteger las infraestructuras cercanas a la orilla.
Vargas explicó que, aunque el fenómeno de la erosión es común durante esta época del año debido a las fuertes brisas, las autoridades están tomando medidas urgentes para apoyar a los comerciantes afectados. “La Alcaldía de Puerto Colombia está trabajando en la instalación de sacos de arena para mitigar el impacto de las olas y se están realizando censos para entregar ayudas a la comunidad afectada, mientras seguimos monitoreando la emergencia”, aseguró el funcionario.
La situación ha generado preocupación en la comunidad local, ya que muchos de estos comerciantes dependen de la temporada de turismo para recuperar sus inversiones y mantener sus negocios a flote. La Alcaldía sigue trabajando en soluciones a largo plazo para evitar que estos fenómenos climáticos causen más daño a las infraestructuras y a las familias que dependen de esta actividad económica.