Colombia proyecta un ambicioso crecimiento en el sector ovino-caprino, al plantearse la meta de aumentar su inventario nacional de 2,9 a 6,6 millones de unidades en los próximos 20 años. Esta hoja de ruta fue socializada de manera virtual por el Ministerio de Agricultura y la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (UPRA), con la participación de más de 150 productores, gremios, instituciones y expertos del país.
El Plan de Ordenamiento Productivo (POP) de la cadena ovino-caprina establece el incremento de 1,8 a 4,4 millones de ovinos y de 1,1 a 2,3 millones de caprinos, lo cual representa un impulso significativo en productividad, consumo interno y apertura a mercados internacionales.
Durante la socialización del plan, se destacó que el enfoque del proyecto está centrado en una fase programática que articula siete programas, 22 iniciativas estratégicas y 122 actividades que abarcan áreas normativas, sociales, ambientales, productivas y comerciales. Este enfoque pretende no solo dinamizar el sector, sino también transformar estructuralmente las condiciones en las que hoy operan sus actores principales.
Uno de los objetivos es duplicar el consumo per cápita de carne ovina y caprina en Colombia, multiplicar por 10 el volumen de exportaciones de carne ovina y abrir por primera vez el mercado internacional para carne caprina. También se buscará reducir drásticamente la informalidad en el beneficio animal, que hoy alcanza un preocupante 98 %, y mejorar los niveles de formalización laboral y empresarial en el sector rural.
“Este plan no solo fortalece la productividad y el consumo nacional, sino que abre las puertas a mercados internacionales. Es una apuesta por el bienestar de los productores y la transformación real del campo colombiano”, afirmó Dora Inés Rey Martínez, directora general de la UPRA.
Por su parte, Alejandro Flórez Vanegas, líder de los planes de ordenamiento productivo en la entidad, subrayó que el plan se construyó de manera participativa con base en análisis técnicos, económicos y sociales. “El Plan de acción define líneas estratégicas de acción que darán solución a los desafíos identificados, impulsando la cadena hacia el logro de las metas propuestas”, explicó.
Desde los territorios también se valoró el enfoque territorial del POP. Laureano Duarte, productor del corregimiento de Camarones en La Guajira, resaltó que el proyecto fue construido con quienes conocen la realidad desde el campo. “Hace cuatro años pedimos que no hicieran el plan desde Bogotá. Hoy podemos decir que nos escucharon y vinieron a trabajar con nosotros en regiones como La Guajira, Boyacá y Cundinamarca”.
El POP ovino-caprino se enmarca en una visión integral que busca fortalecer la seguridad alimentaria, la diversificación productiva, el desarrollo rural, la inclusión de territorios étnicos y campesinos, así como la sostenibilidad ambiental.
Entre los programas clave del plan se destacan:
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Formalización laboral y empresarial rural
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Mejora en sanidad, calidad, inocuidad y trazabilidad
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Fortalecimiento de la investigación y asistencia técnica
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Gestión y articulación de la organización de la cadena
Con esta hoja de ruta, Colombia avanza hacia una cadena ovino-caprina más robusta, competitiva y sostenible, reafirmando su compromiso con el desarrollo rural y la dignificación del campesinado.