En una jornada llena de entusiasmo y esperanza, 2.112 jóvenes de los municipios, corregimientos y veredas del Atlántico iniciaron su proceso de formación universitaria gratuita gracias al programa Jóvenes para el Mundo, impulsado por la Gobernación del Atlántico, el Gobierno nacional y la Institución Universitaria de Barranquilla (IUB).

La ceremonia de inducción tuvo lugar en el municipio de Galapa y contó con la presencia del gobernador Eduardo Verano, el viceministro de Educación Superior Ricardo Moreno, el rector de la IUB Arcesio Castro, alcaldes municipales y diputados. La iniciativa representa una apuesta decidida por cerrar brechas y democratizar el acceso a la educación superior en todos los rincones del departamento.

“Hoy están aquí representados los 22 municipios del Atlántico, demostrando que cuando se trabaja en equipo con el Gobierno nacional, la IUB y nuestros alcaldes, se logran transformaciones reales. Lo que antes era un privilegio para pocos, ahora es un derecho para todos. Aquí lo que hay son cupos gratis para quien quiera estudiar”, aseguró el gobernador Verano.

El programa ofrece formación por ciclos (técnico, tecnológico y profesional) bajo un modelo flexible y pertinente. A la fecha, 4.048 estudiantes se han beneficiado en lo que va del actual mandato, con presencia activa en 10 sedes regionales de la IUB ubicadas en Galapa, Baranoa, Campo de la Cruz, Juan de Acosta, Malambo, Manatí, Puerto Colombia, Repelón, Sabanagrande y Santo Tomás.

La estrategia responde a una realidad urgente: antes de su implementación, el 56 % de la población del departamento no accedía a la educación superior. Con esta nueva cohorte, la meta de beneficiar a 10.000 jóvenes en los cuatro años de gobierno se consolida como una revolución educativa en el Atlántico.

“Esta articulación sigue cumpliendo sueños. La universidad llega a los territorios, es gratuita, acreditada y con una oferta cada vez más amplia”, destacó el rector de la IUB, Arcesio Castro.

Por su parte, el viceministro Ricardo Moreno valoró la magnitud del impacto. “Hoy muchos jóvenes hacen valer su derecho a una educación pública de calidad. Lo que antes parecía un privilegio, ahora es una política de inclusión social”, afirmó.

Testimonios como el de Rosa de la Hoz, estudiante de Campo de la Cruz, reflejan la transformación que vive el departamento: “Es un sueño que quería cumplir. Gracias a esta oportunidad, puedo estudiar administración de empresas y proyectar un mejor futuro”.

Desde la Consejería de Educación Superior, Julio Mejía resaltó el papel de los alcaldes que, incluso sin contar con sedes propias, han garantizado transporte y apoyo logístico para que sus estudiantes accedan a los centros más cercanos.

La administración departamental reitera su compromiso con una educación superior accesible, incluyente y transformadora, que permita construir un Atlántico con más oportunidades y profesionales al servicio de sus comunidades.