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Atlántico avanza hacia su primera Bandera Azul con un ambicioso ordenamiento de playas liderado por el gobernador Eduardo Verano

El Atlántico está dando pasos firmes hacia una transformación histórica de su zona costera. Bajo la estrategia de ordenamiento integral de playas, la Gobernación busca consolidar un litoral moderno, seguro y competitivo, con el claro objetivo de obtener la primera certificación internacional Bandera Azul del departamento, uno de los sellos más prestigiosos en materia de turismo sostenible a nivel mundial.

Las intervenciones ya ejecutadas reflejan la magnitud de esta apuesta. En Puerto Colombia, más de 23 mil millones de pesos han permitido la recuperación y modernización de Playa Miramar y Playa Pescadores, hoy conectadas al Gran Malecón del Mar y equipadas con nueva iluminación, senderos incluyentes, zonas gastronómicas y espacios deportivos. Estos avances también han dignificado la labor de más de 600 pescadores artesanales que dependen de este territorio para su sustento.

“Estamos viviendo la transformación costera más grande de nuestra historia. Cada playa que ordenamos es una oportunidad para que pobladores y visitantes vivan aquí sus mejores momentos”, destacó el gobernador Eduardo Verano, quien ha impulsado una visión de turismo sostenible y de alto estándar.

Otros puntos clave del litoral también avanzan con fuerza. En Punta Astilleros, Piojó, la comunidad lidera un modelo de ecoturismo tranquilo, responsable y orientado a la preservación del entorno. En Salinas del Rey, en Juan de Acosta —reconocido destino del Caribe para los deportes náuticos—, las inversiones fortalecieron la seguridad marina y mejoraron la atención para cientos de deportistas nacionales y extranjeros que llegan cada temporada.

Estas acciones preparan al departamento para cumplir los 33 criterios internacionales exigidos por la Foundation for Environmental Education (FEE) para otorgar la codiciada Bandera Azul. Entre ellos se incluyen calidad del agua, manejo de residuos, accesibilidad, monitoreo constante del entorno, educación ambiental, seguridad con salvavidas certificados e infraestructura sostenible.

“Obtener la certificación de Bandera Azul nos permitirá competir con los destinos de mayor calidad del mundo. Es una apuesta por un turismo responsable y por playas limpias, seguras y con servicios de alto estándar”, afirmó Verano.

Actualmente, Colombia cuenta con nueve playas certificadas, entre ellas Playa Azul de La Boquilla en Cartagena, Playa Blanca en Santa Marta y Johnny Cay en San Andrés. Ingresar a este selecto grupo no solo fortalecería la reputación del Atlántico, sino que impulsaría la economía local, la confianza en la gestión costera y el posicionamiento internacional del territorio.

El plan departamental integra mejoramiento de infraestructura, trabajo comunitario y protección ambiental, consolidando un modelo que mira hacia el futuro del turismo. Con este proceso, el Atlántico se prepara para mostrarle al mundo que su valor no es solo paisajístico, sino estratégico para el desarrollo sostenible.

La meta es clara: lograr su primera Bandera Azul y posicionarse como un referente global de playas ordenadas, limpias y preparadas para un turismo competitivo y de calidad.