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Ambulancia queda atrapada en vías intransitables de La Alta Guajira y reabre debate sobre abandono de obras viales

La situación de la infraestructura vial en la Alta Guajira volvió a quedar en evidencia luego de que una ambulancia que trasladaba un paciente desde Nazareth hacia Uribia quedara retenida en Mowashira, antes de Portete, por las malas condiciones del camino tras una sola lluvia. El incidente, denunciado por líderes locales, revive la urgencia de contar con una carretera que permita el paso seguro de vehículos de emergencia y transporte público.

“Llevamos 15 años insistiendo en la construcción de esta vía, no para parrandear en la Alta Guajira, sino para salvar vidas”, señalaron voceros comunitarios. La vía, considerada estratégica para la salud y el desarrollo de la región, ha tenido múltiples intentos de avance en distintos gobiernos.

De acuerdo con testimonios recopilados por Alfredo Deluque en el gobierno del expresidente Juan Manuel Santos se dejaron listos los estudios de la obra. Posteriormente, durante la administración de Iván Duque se destinaron 500 mil millones de pesos para la primera fase de construcción. Sin embargo, líderes locales denuncian que la actual administración nacional no ha destinado recursos para su continuidad.

“Hoy, el autodenominado Gobierno del Cambio abandonó la obra. La prueba está en el Presupuesto General de la Nación que se discute en el Congreso: no hay un solo peso destinado para terminarla”, afirmaron fuentes del sector político que han hecho seguimiento al proyecto.

La situación de la ambulancia en Mowashira no solo refleja el riesgo que enfrentan los habitantes de la Alta Guajira para acceder a servicios básicos de salud y transporte, sino también el impacto que tiene la falta de inversión en infraestructura sobre la calidad de vida de comunidades enteras. Mientras tanto, pacientes y personal médico siguen enfrentándose a caminos intransitables, retrasos en la atención y dificultades para trasladar insumos y personas en situaciones de emergencia.

Organizaciones sociales y líderes regionales hicieron un llamado al Gobierno Nacional y al Congreso para incluir en el presupuesto los recursos necesarios que permitan reanudar la obra y garantizar la conectividad de una zona históricamente olvidada, en donde las lluvias no deberían significar aislamiento ni riesgo para la vida.