El ícono de la música mexicana Alejandro Fernández se prepara para reencontrarse con su público colombiano con su nueva gira “De Rey a Rey”, un espectáculo cargado de emociones, tradición y homenaje al inolvidable Vicente Fernández.

El artista, conocido mundialmente como El Potrillo, traerá a Colombia una puesta en escena que combina lo mejor de la música ranchera y el pop latino, géneros que han marcado su carrera durante más de 30 años. Con millones de discos vendidos y una trayectoria repleta de reconocimientos internacionales, Fernández promete una experiencia inolvidable para los amantes de la música mexicana.

El tour llegará a tres ciudades del país: Medellín, el 25 de octubre en La Macarena; Bucaramanga, el 30 de octubre en la Plaza de Toros; y Bogotá, con dos funciones los 1 y 2 de noviembre en el Movistar Arena, donde se espera una asistencia multitudinaria.

Durante sus presentaciones, el artista interpretará algunos de sus temas más emblemáticos como “Me dediqué a perderte”, “Como quien pierde una estrella” y “Hoy tengo ganas de ti”, además de rendir homenaje a su padre con los clásicos inmortales que marcaron la historia del mariachi. Cada canción será un viaje por las raíces, los recuerdos y el legado de una familia que ha dejado una huella imborrable en la música hispana.

En Colombia, el público siempre ha recibido a Alejandro Fernández con un cariño especial. Sus conciertos han llenado escenarios en todo el país y su conexión con los fans colombianos se ha fortalecido con cada visita, consolidándolo como uno de los artistas mexicanos más queridos y admirados.

La producción local de la gira está a cargo de Diomar García Eventos, Stage Eventos y Páramo Presenta, compañías que se han unido para ofrecer un show de gran formato, con músicos en vivo, una dirección artística impecable y una puesta en escena que combina lo tradicional con lo contemporáneo.

Más que una gira, “De Rey a Rey” representa una celebración del legado, la familia y la pasión por la música. Dos noches en Bogotá y tres ciudades que vibrarán al ritmo del mariachi: un homenaje de un hijo a su padre, y un regalo para todos los corazones que siguen creyendo en la magia de la música mexicana.