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Alcaldes del Cesar piden al ELN retomar el diálogo y frenar la violencia en la región

La creciente violencia que golpea al sur del departamento del Cesar volvió a encender las alarmas entre las autoridades locales, que hoy claman por el fin de los enfrentamientos armados y la reactivación de los diálogos de paz. Tras los hechos registrados en los últimos días, varios alcaldes de la región pidieron de manera urgente al ELN y a otros grupos ilegales cesar las acciones violentas y retomar conversaciones con el Gobierno Nacional.

El pronunciamiento más reciente lo hizo el alcalde de Río de Oro, Arnoldo Osorio, luego de confirmarse un triple homicidio en zona rural del municipio, entre los corregimientos de Morrison y Los Ángeles. El hecho, que dejó como saldo la muerte de dos adultos y una menor de edad, ocurrió a pocos kilómetros de una instalación militar que días atrás también fue blanco de un atentado, lo que aumentó la preocupación de la comunidad.

Osorio expresó que el municipio atraviesa un momento de profundo dolor y temor. Señaló que la población aún no sale del impacto por la muerte de varios soldados en un ataque reciente y ahora enfrenta la pérdida de civiles inocentes. Según indicó, hasta el momento no se conocen los móviles del crimen ni los responsables, lo que incrementa la sensación de incertidumbre en la zona.

El mandatario advirtió que la reiteración de estos hechos evidencia un deterioro grave de la seguridad, incluso en áreas cercanas a bases militares. A su juicio, la violencia está afectando de manera directa la vida cotidiana de las comunidades rurales, especialmente en una temporada clave para las labores agrícolas y la convivencia familiar.

Además de solicitar mayor presencia institucional, el alcalde pidió al Gobierno Nacional y a la administración departamental reforzar las capacidades de la Fuerza Pública en el sur del Cesar, con más personal, equipos y sistemas de vigilancia que permitan prevenir nuevos ataques y proteger a la población civil.

No obstante, el llamado principal estuvo dirigido a los grupos armados ilegales. Osorio insistió en que el camino para superar esta crisis es el diálogo y no la guerra. Afirmó que la región necesita una paz construida con acuerdos serios y duraderos, que eviten que más familias sigan perdiendo a sus seres queridos.

El alcalde concluyó su intervención señalando que el país está cansado de la violencia y del derramamiento de sangre. Recordó que tanto los civiles como los miembros de la Fuerza Pública que han muerto cumplían con sus labores diarias y no merecían ese final, por lo que reiteró su llamado a buscar soluciones políticas que permitan avanzar hacia una paz real y sostenible en el Cesar y en Colombia.