El G20 está conformado por 19 países y la Unión Europea. Los 19 países son Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Reino Unido, Sudáfrica y Turquía.

Desde hace ya un tiempo la economía afgana anda en una situación difícil, debido a la interrupción de la ayuda internacional, el crecimiento desbordado de desempleo y el aumento en el precio de los alimentos.

Los países del G20 se pusieron «la mano en el corazón» y decidieron dejar las diferencias a un lado y se comprometieron a ayudar al país asiático, informó Mario Draghi, quien es el primer ministro de Italia  y organizador de la cumbre telemática del grupo (G20), pero también admitió que a dicha ayuda se debe «involucrar» al Gobierno talibán.

«Resulta muy difícil ayudar a los afganos sin involucrar al Gobierno de los talibanes, pero ello no implica su reconocimiento», dijo Draghi, en una conferencia de prensa. «Somos consientes de la emergencia y de las enormes responsabilidades que tiene el G20 con los afganos y Afganistán, donde hemos permanecido por 20 años», sentenció.

Los 19 países mas ricos del mundo incluyendo la Unión Europea, comenzaron la cumbre sobre la situación en Afganistán con la promesa de dar una ayuda de unos 1.160 millones de dólares para contribuir con la crisis.

«Lo que nos preocupa es el aislamiento económico del país y la gran cantidad de personas desplazadas, 600.000 dentro del país. Eso tiene un efecto desestabilizador bastante poderoso», aclaró la Presidencia francesa al aclarar que no pusieron condiciones para que dicho país recibiera la ayuda humanitaria.

Asimismo, la saliente canciller alemana, Angela Merkel, estimó que la comunidad internacional no puede «dejar de reaccionar mientras 40 millones de personas» en el país » se hunde en el caos». A pesar de lo dicho por la canciller, los mandatarios Vladimir Putin y Xi Jinping, no enviaron representantes.

En la cumbre virtual que se llevó a cabo a puerta cerrada, tuvo como intermediarios  a la ONU y a Qatar que ha organizado conversación entre Estados Unidos y los talibanes. La comunidad internacional le teme a una posible catástrofe humanitaria desde que los talibanes tomaran el poder desde el pasado agosto por la retirada de las tropas estadounidenses después de 20 años en guerra.