La Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (ACOPI) Seccional Atlántico reveló los resultados de la Encuesta de Desempeño Empresarial (EDE) correspondiente al primer trimestre de 2025, elaborada por su Observatorio Nacional de la MiPyme. El informe muestra una leve mejoría en indicadores clave frente al mismo periodo del año anterior, aunque persisten desafíos significativos en inversión, empleo y exportaciones.
El análisis resalta un repunte en el volumen de ventas, con un 18,7% de empresarios que reportaron aumentos, superando el 11,8% del mismo trimestre en 2024. No obstante, el 34,42% manifestó caídas en este indicador, lo que refleja que la recuperación aún es frágil. Similar comportamiento se observó en el nivel de producción, donde el 17,07% de las empresas reportaron incrementos, frente al 11,3% registrado un año atrás.
En términos de inversión, el 15,99% de los encuestados indicó haber aumentado sus recursos durante el trimestre, mientras que un 33,06% reportó una reducción, lo que evidencia una actitud cautelosa frente a la expansión productiva. La rentabilidad también mejoró levemente: el 17,07% vio aumentos, en contraste con el 9% del año anterior, aunque el 37,67% sigue registrando caídas.
Uno de los datos más alarmantes es el desempeño en el mercado internacional. Solo el 6,49% de las empresas encuestadas reportaron exportaciones en este periodo, una reducción frente al 8,1% del primer trimestre de 2024. Esto limita las oportunidades de crecimiento y deja a las MiPymes vulnerables a la volatilidad del mercado interno.
El mercado laboral también muestra signos de alerta. Aunque la tasa de desempleo nacional bajó a 9,6% en marzo, la informalidad alcanzó el 57,7%. En el segmento MiPyme, el 24,39% de las empresas redujo su planta laboral, y solo el 15,72% generó nuevos empleos. Además, la participación femenina en nuevas contrataciones sigue siendo baja, y el 9,56% de las empresas no contrató mujeres en absoluto.
En cuanto a la innovación, el panorama también es mixto. Mientras que el 37,96% de las MiPymes implementaron cambios en sus estrategias comerciales y el 35,1% mejoró sus procesos productivos, más de la mitad no desarrolló nuevos productos ni adquirió bienes de capital. Las razones apuntan a las dificultades de financiamiento: el 68,2% de las empresas siguen dependiendo de recursos propios y reinversión de utilidades, y menos del 31% accede a crédito bancario formal.
Por otro lado, el 40,08% de las empresas opera al 50% o menos de su capacidad productiva, principalmente por baja demanda, escasez de capital de trabajo y dificultades para acceder a financiamiento. Aunque la mayoría no enfrentó problemas de abastecimiento de materias primas, los costos elevados y los retrasos en importaciones siguen afectando a una parte significativa del sector.
ACOPI Atlántico concluye que, si bien se evidencian avances en algunos frentes, como el leve crecimiento en ventas y producción, las MiPymes siguen enfrentando obstáculos estructurales que frenan su competitividad. El gremio hace un llamado urgente a implementar políticas públicas que faciliten el acceso a financiamiento, promuevan la innovación y fortalezcan la internacionalización de estas empresas, fundamentales para la recuperación económica del país.