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Lluvia de críticas al presidente Petro tras el aumento del salario mínimo decretado

El aumento del salario mínimo para 2026, fijado en un 23,7 % por el Gobierno nacional, no solo marcó un hito económico, sino que abrió un fuerte debate político. Tras el anuncio del presidente Gustavo Petro, distintas figuras del espectro político expresaron posturas encontradas sobre los efectos reales de la medida en el empleo, la inflación y la economía nacional.

Gustavo Petro
El jefe de Estado defendió la decisión asegurando que se trata de un paso hacia la dignificación del trabajo. Según explicó, el nuevo salario mínimo responde al concepto de salario vital promovido por la OIT y permitirá que las familias trabajadoras cubran necesidades básicas. Petro sostuvo que el aumento fortalecerá el consumo interno y ayudará a reducir la pobreza, rechazando las advertencias de colapso económico y afirmando que “gana más la familia, no solo el trabajador”.

Katherine Miranda
La representante a la Cámara del Partido Verde fue una de las voces más críticas. A través de redes sociales, comparó la medida con políticas aplicadas en Venezuela y calificó el incremento como populista. Para Miranda, el aumento salarial sin un control efectivo de la inflación podría terminar afectando a los mismos trabajadores que busca beneficiar.

Daniel Briceño
El concejal del Centro Democrático advirtió que el alza del salario mínimo es irresponsable y trasladará una pesada carga al próximo gobierno. En su opinión, el incremento generará más desempleo y obligará a futuras administraciones a hacer recortes drásticos para corregir los efectos económicos negativos.

Carlos Fernando Motoa
El senador de Cambio Radical señaló que el anuncio genera una falsa sensación de bienestar. Afirmó que decretar aumentos salariales mientras se habla de emergencias económicas y posibles nuevos impuestos anula cualquier beneficio real para los ciudadanos y golpea directamente el bolsillo de los colombianos.

Christian Munir Garcés
El representante a la Cámara cuestionó que el Gobierno ignorara las advertencias del sector empresarial. Según Garcés, un aumento tan elevado puede resultar atractivo en lo social, pero terminará reduciendo las oportunidades de empleo formal y ampliando la informalidad, especialmente entre los trabajadores más vulnerables.

María Fernanda Cabal
La senadora del Centro Democrático recordó experiencias similares en otros países de la región y alertó que los aumentos nominales sin respaldo productivo terminan destruyendo el poder adquisitivo. Para Cabal, la medida es una repetición de errores del pasado que pueden llevar al cierre de empresas y al aumento del desempleo.

Iván Duque
El expresidente también se sumó a las críticas, señalando que aumentar el salario mínimo de forma desproporcionada en una economía con bajo crecimiento espanta la inversión y pone en riesgo miles de empleos. Duque comparó la decisión con políticas aplicadas por líderes latinoamericanos que, según él, terminaron empobreciendo a sus países.

El anuncio del nuevo salario mínimo dejó en evidencia una profunda división política. Mientras el Gobierno insiste en que el incremento mejorará la calidad de vida y dinamizará la economía, la oposición advierte que los efectos reales podrían traducirse en inflación, desempleo y mayor informalidad. El impacto de la medida comenzará a sentirse a partir del 1 de enero de 2026, cuando el debate pase del plano político a la realidad económica del país.