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La dirigente conservadora Nadia Blel confirmó su renuncia a la presidencia del Partido Conservador, una decisión que no solo marca un giro en la organización política, sino que deja al descubierto las tensiones y desafíos que atraviesa la colectividad de cara al próximo proceso electoral.
Blel explicó que su dimisión responde a un acto de coherencia personal y política, pues considera necesario garantizar igualdad de condiciones para todos los candidatos mientras ella misma compite por una curul en el Senado. Aseguró que su presencia en la dirección del partido, mientras adelanta campaña, podría generar desequilibrios dentro de la lista.
“Mi renuncia busca asegurar un escenario donde cada candidato pueda competir con garantías reales. El partido necesita una presidencia plenamente disponible para recorrer los territorios y acompañar a nuestros líderes”, señaló la dirigente, quien aseguró haber socializado previamente su decisión con varios miembros de la colectividad.
El directorio conservador será el encargado de escoger al reemplazo, una tarea que, según Blel, debe recaer en una persona sin aspiraciones electorales, para preservar la imparcialidad en las decisiones del partido. Insistió en que ese nuevo liderazgo debe estar presente en el territorio, construir acuerdos y mantener el equilibrio durante el proceso electoral.
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Sobre la polémica inclusión de Wadid Mansur en la lista al Congreso, recordó que rige la presunción de inocencia y que el Ministerio del Interior es la entidad responsable de la habilitación de candidatos. Recalcó que mientras no exista una decisión judicial en firme, el partido debe respetar los procedimientos establecidos.
En su análisis sobre el momento interno del conservatismo, Blel fue enfática en que la colectividad debe dejar atrás las disputas históricas. “Llegó el momento de despojarnos de rencillas internas”, afirmó, señalando que el sector dominante es el que apuesta por la unidad. Explicó además que la bancada trabaja en los mecanismos para escoger al candidato presidencial que representará los valores del partido.
Pese a su renuncia, Blel sostuvo que continuará activa dentro de la colectividad y que respaldará lo que decida el directorio en las próximas semanas. Dijo que seguirá levantando las banderas conservadoras y aportando desde su candidatura al Senado.
La salida de Blel abre un nuevo capítulo para el Partido Conservador, que se prepara para definir su liderazgo, reorganizar su estrategia electoral y encarar un año decisivo para su futuro político.
