Colombia avanza a paso firme en la transición energética. Impulsada por el auge de la energía solar, el país se ubica como el tercer mercado con mayor crecimiento en contratos PPA de cero inversión en América Latina, de acuerdo con datos de Bloomberg NEF, solo superado por Chile y México.
Durante los últimos dos años, este esquema ha permitido la instalación de cerca de 480 megavatios (MW) de capacidad solar en empresas del país, lo que se traduce en la reducción de más de 200.000 toneladas de CO₂ y ahorros anuales superiores a 150.000 millones de pesos.
Un modelo sin inversión y con grandes beneficios
El formato PPA (Power Purchase Agreement) o “cero inversión” ha revolucionado la forma en que las compañías acceden a energía limpia. Bajo este modelo, la empresa proveedora asume el costo total de instalación, operación y mantenimiento de los paneles solares, mientras que las empresas usuarias pagan únicamente por la energía consumida, con tarifas entre 15% y 30% más bajas que las de la red tradicional.
Un sector en plena expansión
Desde la promulgación de la Ley 1715 de 2014, que impulsó las energías renovables en el país, la energía solar ha pasado de un crecimiento moderado a un despegue notable.
De acuerdo con cifras de XM, los contratos corporativos de cero inversión han llevado la generación mensual de menos de 3 GWh en 2023 a más de 12 GWh proyectados para 2025, reflejando la madurez tecnológica y la creciente confianza del sector empresarial en esta fuente de energía.
“Una tecnología que el mercado no discute, adopta”
Para Camilo Vargas, director general de 2050 LATAM, esta tendencia tiene una explicación sencilla:
“Hablamos de un sistema que convierte radiación solar en energía durante más de 25 años, sin que la empresa tenga que invertir un solo peso”, señala.
Vargas destaca que este modelo permite liberar capital que las empresas pueden redirigir hacia contratación, innovación tecnológica o expansión de operaciones.
“Cuando aparece una tecnología más limpia y más barata que la convencional, el mercado no la discute, la adopta. Ese cambio se siente en toda la economía: en la competitividad de las empresas y en el bolsillo de las familias”, añade.
Crecimiento impulsado por el sector privado
A diferencia de otros países donde los proyectos solares dependen de subsidios estatales, en Colombia el crecimiento ha sido liderado por la iniciativa privada y apoyado por un marco regulatorio que promueve la autogeneración.
Gracias a esto, empresas de diferentes tamaños han podido reducir su huella de carbono y mejorar su competitividadsin comprometer su flujo de capital.
Solo en el último año, proyectos desarrollados por 2050 LATAM dentro del Programa Nacional de Inversión en Energía Renovable evitaron la emisión de 1.400 toneladas de CO₂, demostrando el impacto ambiental y económico de este modelo.
Camino a la meta 2030
Con la meta nacional de alcanzar 12 gigavatios (GW) solares instalados para 2030, el modelo de contratos PPA se perfila como una de las herramientas clave para acelerar la transición energética y reducir la dependencia de fuentes hídricas y de combustibles fósiles.
Vargas concluye:
“Hoy las empresas están a una sola decisión de generar su propia energía, sin riesgo alguno y con beneficios que se alinean con los objetivos ambientales y de productividad del país.”


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