El Gobierno de Estados Unidos descartó este sábado cualquier intención de lanzar un ataque militar contra Venezuela, aunque confirmó que mantiene un amplio despliegue de fuerzas en el Caribe, donde en los últimos días se han intensificado las maniobras del Cuerpo de Marines en la región.

De acuerdo con el Pentágono, la Vigésimo Segunda Unidad Expedicionaria de Marines realizó ejercicios de desembarco e infiltración en Puerto Rico como parte de un programa de entrenamiento regular. El Comando Sur, que tiene jurisdicción sobre América Latina —exceptuando México—, difundió un video en el que se observan operaciones tácticas, vehículos anfibios y helicópteros UH-1Y y Apache ejecutando maniobras conjuntas en terreno costero.

En el comunicado oficial se indicó que estas actividades hacen parte de la misión del Comando Sur para “desarticular el tráfico ilícito de drogas y proteger la seguridad nacional de Estados Unidos”. Además, el organismo destacó que las operaciones se desarrollan dentro del marco de cooperación regional y no implican acciones ofensivas contra ningún país.

Las maniobras, sin embargo, han generado preocupación en varios sectores internacionales, especialmente por su coincidencia con el refuerzo de tropas y buques estadounidenses en el Caribe. El despliegue incluye la presencia del portaaviones USS Gerald Ford, el más grande y moderno de la flota naval de ese país, que permanece en aguas internacionales frente a las costas de Sudamérica.

Durante la última semana, medios estadounidenses informaron sobre supuestos preparativos para atacar posiciones militares en Venezuela, argumentando que instalaciones controladas por el Ejército venezolano estarían siendo utilizadas para operaciones de narcotráfico, vinculadas al llamado Cartel de los Soles. Sin embargo, tanto el presidente Donald Trump como el secretario de Estado, Marco Rubio, desmintieron categóricamente esos reportes.

Trump aseguró que el objetivo de las operaciones en el Caribe es combatir el tráfico de drogas y proteger los intereses de seguridad de su país, descartando cualquier acción directa contra el gobierno de Nicolás Maduro. “No hay planes de ataque contra Venezuela. Estamos enfocados en mantener la estabilidad regional y garantizar que los narcotraficantes no usen esas rutas”, señaló la Casa Blanca en un comunicado.

Pese a las aclaraciones, el incremento de la actividad militar estadounidense en la zona sigue alimentando las tensiones diplomáticas con Caracas, que ha calificado el movimiento de tropas como una provocación. Entretanto, el Comando Sur continúa sus operaciones en el Caribe, insistiendo en que su misión es puramente de entrenamiento y cooperación internacional.