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Atlántico impulsa el turismo religioso con nuevo corredor vial entre Bajo La Habana y Corral de San Luis en Tubará

Con una inversión superior a los 20 mil millones de pesos, el departamento del Atlántico anunció el inicio de uno de los proyectos viales más significativos de los últimos años: el mejoramiento de la vía que conecta Bajo La Habana con el Corral de San Luis, en el municipio de Tubará. La obra busca fortalecer el turismo religioso y dinamizar la economía local, beneficiando a más de 19 mil habitantes del municipio costero.

El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, explicó que esta intervención se enmarca en la estrategia de conectividad y desarrollo regional de su administración. “Estamos completando una obra que conecta historia, fe y progreso. Esta vía no solo mejora la movilidad, sino que impulsa el turismo religioso y el desarrollo económico de Tubará y sus alrededores”, señaló el mandatario.

El proyecto, financiado con recursos del Sistema General de Regalías, contempla la rehabilitación de 3,3 kilómetros de carretera rural con una calzada de siete metros de ancho, distribuida en dos carriles con pavimento mixto, adaptable a las condiciones del terreno. También incluye una robusta infraestructura hidráulica con puentes, box culverts y sistemas de drenaje, fundamentales para mitigar los efectos de las lluvias.

La obra hace parte de la denominada Ruta de la Fe de San Luis Beltrán, un circuito turístico que rescata los lugares históricos donde el santo dominico ejerció su labor evangelizadora en el siglo XVI. “El Corral de San Luis tiene un valor espiritual e histórico enorme. Este proyecto permitirá que más personas conozcan nuestra herencia cultural y religiosa”, afirmó el alcalde de Tubará, Natking Coll, quien destacó el apoyo de la Gobernación en la priorización del proyecto.

Además del impacto cultural, la nueva vía mejorará las condiciones de vida de las comunidades rurales, facilitará el transporte de productos agrícolas y pesqueros, y fomentará actividades como la gastronomía y el comercio local. “Cada kilómetro pavimentado representa más oportunidades de empleo, más turismo y más bienestar para nuestra gente”, enfatizó Verano.

El proceso de licitación pública se abrirá la próxima semana, y las obras iniciarán en enero de 2026 con una duración estimada de 13 meses. Durante la construcción se priorizará la contratación de mano de obra local, lo que impulsará la generación de empleo en el territorio.

Desde el punto de vista ambiental, el proyecto contempla medidas de sostenibilidad como la revegetalización de taludes, el manejo responsable de residuos y acciones de control de erosión, en cumplimiento con la normatividad nacional.

Para la administración Verano, esta obra es mucho más que una mejora vial: es una apuesta por la identidad cultural del Atlántico, un compromiso con el desarrollo sostenible