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Aumenta la incertidumbre en Cúcuta por la crisis de la Nueva EPS que pone en riesgo la atención de más de 400 mil usuarios

La crisis del sistema de salud en Norte de Santander se agudiza con el colapso operativo de la Nueva EPS, que mantiene deudas millonarias con hospitales y clínicas de la región. Más de 400 mil afiliados podrían quedar sin servicios médicos en los próximos días, ante el cierre progresivo de varias IPS por falta de pagos.

Jesús Vergel, presidente de la Asociación Nacional de Trabajadores Hospitalarios (Anthoc), advirtió que la situación “es insostenible” y que los efectos ya se sienten en la atención diaria. “El no pago oportuno, la falta de medicamentos y las demoras en las citas médicas están generando un colapso generalizado en todo el sistema. La Nueva EPS no ha cumplido con los giros y los hospitales están operando al límite”, señaló el líder sindical.

Vergel explicó que los hospitales públicos están a punto de suspender los servicios si la entidad no realiza los pagos pendientes esta semana. “No podemos decirle a los usuarios que no se enfermen. Estamos atendiendo con los pocos recursos que nos quedan, pero la situación es crítica”, advirtió.

Uno de los casos más preocupantes es el del Hospital Universitario Erasmo Meoz, principal centro asistencial del departamento, que acumula una deuda superior a los 100 mil millones de pesos por la atención prestada, especialmente a población migrante. “Los gerentes de los hospitales viven todos los meses viajando a Bogotá a rogar que les paguen por servicios ya realizados. Es indignante”, expresó Vergel.

El panorama ha encendido las alarmas entre veedores y organizaciones de pacientes, que temen una suspensión masiva de servicios médicos si el Gobierno Nacional no interviene de manera inmediata. “La salud en Colombia está en cuidados intensivos. Si no se inyectan recursos urgentes, el sistema se nos va a derrumbar”, concluyó el dirigente sindical.

Mientras tanto, los usuarios de la Nueva EPS en Cúcuta y otros municipios del departamento esperan respuestas concretas y temen que, una vez más, la crisis del sistema recaiga sobre los pacientes más vulnerables.