Una grave situación de violencia se vive en el norte del Cauca luego de que grupos armados disidentes de las FARC, bajo el mando de alias “Iván Mordisco”, atacaran a miembros de la guardia indígena que habían rescatado a dos niñas víctimas de reclutamiento forzado en el municipio de Buenos Aires.
De acuerdo con la información entregada por las autoridades indígenas, la guardia realizó una acción humanitaria para liberar a las menores que se encontraban bajo control de los grupos ilegales. Sin embargo, tras la operación, los disidentes persiguieron en camionetas a la comitiva humanitaria, abriendo fuego contra los vehículos en los que se transportaban. Los atacantes lograron interceptarlos, pincharon las llantas y mantuvieron retenidos a varios integrantes de la comunidad, obligándolos finalmente a entregar nuevamente a las niñas rescatadas.
Al menos 11 miembros de la comunidad, entre ellos autoridades tradicionales y guardias indígenas, fueron retenidos temporalmente pero recuperaron la libertad horas después sin heridas de gravedad.
En paralelo, en el municipio de Corinto, otra comunidad indígena que realizaba labores de control territorial en el sector de El Alto retuvo a tres presuntos integrantes del frente Dagoberto Ramos, también vinculado a las disidencias de “Iván Mordisco”. El objetivo era obtener información sobre el comunero Tevi Muñoz, quien permanece desaparecido tras haber sido secuestrado por el grupo armado.
La reacción de los disidentes fue inmediata. Minutos después del operativo comunitario, los armados atacaron con fusiles a los indígenas que permanecían en resistencia. En medio del enfrentamiento resultó herido el comunero Álvaro Campo, reconocido defensor de la Madre Tierra y perteneciente a la comunidad La Cominera.
El Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) y las autoridades tradicionales rechazaron los ataques, calificándolos como un atentado directo contra los pueblos originarios y su autonomía. “Seguiremos defendiendo la vida y el territorio. No vamos a permitir que los grupos armados sigan sembrando el miedo en nuestras comunidades”, señalaron en un comunicado.
El Cauca continúa siendo una de las regiones más afectadas por el accionar de las disidencias, que en los últimos meses han incrementado la violencia contra las comunidades indígenas y campesinas, desafiando los esfuerzos de paz y control estatal en el suroccidente del país.