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Residuos cortopunzantes mal dispuestos ponen en riesgo la vida de los operarios de aseo en Barranquilla

Lo que para muchos es una tarea cotidiana, para otros representa un riesgo diario. Cientos de operarios de aseo que trabajan desde la madrugada enfrentan una amenaza silenciosa: los residuos cortopunzantes mal dispuestos en las bolsas de basura.

Desde 2021, más de 157 trabajadores han resultado heridos por el manejo inadecuado de objetos peligrosos como jeringas, vidrios rotos, clavos, cuchillas, espinas de pescado y productos químicos. Solo en 2024 se reportaron 34 casos, y en lo que va del 2025 ya se registran 27 nuevos incidentes.

Más allá de las cortaduras o pinchazos, estas lesiones pueden tener consecuencias graves. La gerente de Aseo de Triple A, Zandra Mantilla, advirtió que “no se trata solo de una herida, sino de riesgos de salud que pueden derivar en contagios de hepatitis B, hepatitis C, VIH o infecciones bacterianas que afectan no solo al trabajador, sino también a su familia”.

Aunque los operarios cuentan con guantes, botas y demás elementos de protección, los accidentes siguen ocurriendo. El problema, aseguran desde Triple A, comienza en los hogares. Por eso, la empresa ha reforzado sus campañas de educación ambiental con programas como Mi Colegio Limpio y Mi Cuadra Ejemplar, que enseñan a la comunidad a disponer correctamente los residuos peligrosos.

Entre las recomendaciones más importantes están envolver los objetos cortopunzantes en papel periódico o cartón grueso, depositar jeringas usadas en botellas plásticas con tapa, identificar las bolsas que contengan residuos peligrosos y evitar sobrecargarlas.

La empresa insiste en que la seguridad de los operarios depende tanto de las medidas institucionales como del compromiso ciudadano. Disponer adecuadamente los residuos no solo evita accidentes, sino que también demuestra respeto por quienes cada día trabajan para mantener limpia y segura la ciudad.