El exsenador liberal Álvaro Ashton conmocionó al país tras revelar ante la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) una amplia red de alianzas entre dirigentes políticos, empresarios, militares y estructuras paramilitares del Frente José Pablo Díaz del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
En su declaración, Ashton mencionó a reconocidas figuras del poder regional y nacional, entre ellas Efraín Cepeda Sarabia, Julio Gerlein, David Char Navas, Mario Enrique Varón Olarte, Jaime Cervantes Várelo, Jorge Alberto Gerlein Echeverría, Guillermo Hoenisberg Bornacelly, José Pérez Orozco, Rosa Stella Ibáñez, Alfredo Noya Zabaleta, Álvaro Araujo Castro, Tarquino Pacheco Camargo, Armando Benedetti, David Name Terán, Edgardo Navarro Vives, Edgardo Osorio Vargas, Javier Haddad y Juan García Estrada.
El exsenador también señaló la participación o cercanía de Óscar Darío Pérez Pineda, Óscar Alberto Arboleda Palacio y Jorge de Jesús Castro Pacheco en la creación de partidos políticos que, según él, habrían servido a los intereses del paramilitarismo tras la reforma política de 2003.
Uno de los aspectos más controversiales de su testimonio fue la revelación de la existencia de una logia masónica en Barranquilla donde, de acuerdo con Ashton, confluyeron políticos, empresarios y altos mandos militares. Entre los nombres que mencionó se encuentran el excomandante de las Fuerzas Militares general (r) Freddy Padilla de León, el exparamilitar Édgar Ignacio Flórez Fierro alias “Don Antonio”, Carlos Mario García Ávila, Humberto Caiafa, Hernando Tapias y Jesús Orlando Barón, entonces comandante del Gaula 94.
Según el exsenador, esta red permitió la infiltración y el control de instituciones clave en el Atlántico, como la Universidad del Atlántico, el Hospital Materno Infantil de Soledad y la empresa Triple A, utilizadas para obtener poder político, contratos y legitimación social.
“Asumo mi responsabilidad personal y política; fue una decisión consciente”, declaró Ashton ante la JEP, al tiempo que pidió perdón a las víctimas y reconoció su papel en la expansión del paramilitarismo en Barranquilla y el Atlántico.
La JEP aceptó su continuidad dentro del proceso y compulsó copias a la Fiscalía General de la Nación y a la Corte Suprema de Justicia para investigar a los mencionados en su testimonio.
Las declaraciones de Ashton han sacudido los cimientos del poder político, empresarial y militar del Caribe colombiano, abriendo un nuevo capítulo en la búsqueda de verdad y responsabilidades dentro del conflicto armado en la región.