Mauricio Lizcano, precandidato presidencial, denunció una amenaza de muerte dirigida contra su padre, recibida en la sede de su campaña en Bogotá. El mensaje, que llegó en forma de sufragio, encendió las alarmas sobre el clima de violencia política que se ha venido intensificando en el país.

El dirigente político calificó el hecho como un acto cobarde que no solo atenta contra su familia, sino que busca desestabilizar su campaña y sembrar miedo en medio del proceso democrático. “No hay nada más miserable y cochino que meterse con nuestras familias”, afirmó Lizcano, visiblemente indignado.

El precandidato solicitó a las autoridades competentes adelantar las investigaciones correspondientes y reforzar los esquemas de seguridad de su entorno familiar. Además, hizo un llamado al Gobierno y a los distintos sectores políticos a reducir la confrontación y evitar que los discursos de odio escalen hacia la violencia.

“Le pido a las autoridades que investiguen, que refuercen la seguridad de mi padre y que nos garanticen poder desarrollar esta campaña en paz y con tranquilidad. Colombia no puede seguir cayendo en el espiral de la violencia”, expresó.

Lizcano concluyó reiterando que su campaña seguirá enfocada en las propuestas y en la defensa del debate democrático sin miedo, insistiendo en la importancia de construir un ambiente electoral basado en el respeto y la convivencia.