El excanciller Julio Londoño Paredes afirmó que la decisión del Departamento de Estado de Estados Unidos de revocar la visa al presidente Gustavo Petro era “previsible” y que, en su opinión, el propio mandatario “sabía perfectamente” que sus actuaciones lo conducirían a esa consecuencia. En entrevista, Londoño sostuvo que el proceso se produjo cuando Petro ya estaba regresando a Colombia y que, a su juicio, Washington “se había demorado mucho tiempo” en tomar la determinación.
El exministro de Relaciones Exteriores descartó que se haya vulnerado la inmunidad de un jefe de Estado en foros internacionales. Recordó que existen acuerdos que garantizan la entrada de mandatarios a la Asamblea General de Naciones Unidas sin visa previa, citando como ejemplo al expresidente Ernesto Samper, quien pudo intervenir en este espacio sin contar con ese documento.
Al analizar las posibles repercusiones de la medida, Londoño explicó que una acción colectiva de Estados Unidos podría afectar a sectores más amplios, por lo que en este caso el gobierno estadounidense optó por un enfoque “personalizado” hacia el presidente Petro. Enfatizó que el contexto colombiano es distinto al de Venezuela y que, en su opinión, la revocación no implicará necesariamente una ruptura de la cooperación bilateral, aunque sí refleja un enfriamiento en las relaciones, agravado por el “tono cada vez más beligerante” del presidente hacia figuras internacionales.
Consultado sobre la posibilidad de que Petro intente capitalizar políticamente la decisión, Londoño manifestó que ve en este episodio un propósito interno y no la intención de “constituirse en un líder mundial”. Según él, la medida podría tener réditos electorales para el mandatario o sus aliados de cara a los comicios del próximo año.
Respecto a la convocatoria anunciada por Petro para reclutar voluntarios en apoyo a Palestina, Londoño la calificó como “una cosa de ciencia ficción” y advirtió que la creación de grupos de voluntarios para un conflicto de la magnitud del que enfrenta a Israel y Hamás “podría tener resultados impredecibles”. Señaló que Israel cuenta con respaldo de Estados Unidos y varios países de la OTAN, lo que hace inviable cualquier iniciativa externa de ese tipo.
En conclusión, el excanciller considera que la revocación de la visa era un escenario esperado por el propio presidente Petro, que no supone una violación de su inmunidad y que, aunque no rompe la cooperación con Washington, sí se inscribe en un clima de tensión diplomática creciente entre ambos gobiernos.