En medio de la incertidumbre por la suspensión de las negociaciones entre el Gobierno Nacional y el ELN, el segundo comandante de esa guerrilla y antiguo jefe de su equipo negociador, Pablo Beltrán, reapareció en un video de más de 17 minutos donde planteó alternativas para retomar el proceso de paz.
El pronunciamiento se da después de que el presidente Gustavo Petro suspendiera el 17 de enero de 2025 los diálogos, tras responsabilizar al ELN de una ola de violencia en el Catatumbo, Norte de Santander, que calificó como “crímenes de guerra”. Beltrán aseguró que la guerrilla mantiene la voluntad de alcanzar una solución política al conflicto.
“Nosotros creemos que sí es posible lograr acuerdos, sí es posible la solución política, y para nosotros es estratégico que el conjunto de la sociedad participe en esa construcción de la paz. Esa es la salida política”, afirmó.
El comandante planteó como condición para avanzar que el Estado respete los acuerdos marco firmados anteriormente: el de 2016, bajo el gobierno de Juan Manuel Santos, y el de 2023, ya con Gustavo Petro. “El ELN va a respetar esos acuerdos, va a cumplirlos, y le pide al Estado que haga lo mismo. Esa es la salida”, sostuvo.
Beltrán criticó la visión de la élite política de que alcanzar la paz significa acabar con la guerrilla. En su lugar, propuso un modelo de negociación que contemple transformaciones profundas en el país. “Hagamos acuerdos, acabemos el conflicto armado, pactemos transformaciones, metamos a la sociedad en esto y el ELN cambia. Pero es una fábula decir que el ELN cambia y las clases dominantes no cambian”, expresó.
En cuanto al narcotráfico, sugirió una estrategia distinta a la criminalización de los campesinos y al uso de glifosato. Señaló que es necesario buscar salidas que beneficien a las comunidades, sin alimentar lo que llamó “la guerra de otros países”.
La reaparición de Pablo Beltrán revive el debate sobre la continuidad de un proceso de paz con el ELN, que enfrenta uno de sus momentos más críticos, mientras las comunidades en regiones como el Catatumbo siguen siendo las más afectadas por la violencia y la ausencia de soluciones de fondo.