El precandidato presidencial Mauricio Lizcano se pronunció tras la liberación de los militares secuestrados en la vereda Los Tigres, corregimiento de El Tambo, Cauca. El dirigente expresó alivio por la integridad de los uniformados y destacó la labor de las Fuerzas Militares que hicieron posible su regreso a casa.

Sin embargo, advirtió que este episodio no puede convertirse en un hecho normalizado en el país y pidió una reformulación profunda de la política de seguridad. “Celebramos que nuestros héroes estén de vuelta con sus familias, pero no podemos olvidar que Colombia contuvo el aliento por una situación que nunca debió ocurrir. La liberación no es el final de la crisis, sino el inicio de una reflexión profunda sobre cómo evitar que esto se repita”, afirmó Lizcano.

El precandidato recalcó que las comunidades caucanas permanecen atrapadas entre dos fuegos: la violencia ejercida por los grupos armados ilegales y la falta de presencia efectiva del Estado. “La extorsión y la inseguridad están disparadas; la gente vive con miedo constante, sin garantías para trabajar o desplazarse. Recuperar la seguridad no es un tema ideológico, es de sentido común. Cauca merece una paz verdadera, no promesas vacías”, enfatizó.

Lizcano recordó además que este tipo de hechos no son aislados. A finales de agosto se presentó el secuestro de más de 30 militares en el departamento del Guaviare, lo que refleja —a su juicio— una fractura preocupante en la seguridad nacional.

“Estas asonadas no pueden convertirse en paisaje. Si el Estado no recupera el control territorial, se repetirá una y otra vez este drama que pone en jaque la seguridad nacional”, advirtió el precandidato.