El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, advirtió que la reforma tributaria presentada por el Gobierno enfrenta serias dificultades para ser aprobada en el Congreso, debido a su carácter altamente ambicioso y al contexto político preelectoral. “Le veo muy poca probabilidad. Parece diseñada para que no se apruebe”, señaló el economista, quien destacó que la iniciativa busca recaudar cerca del 1,6 % del PIB, equivalente a 26,3 billones de pesos.

Mejía recordó que el propio Gobierno, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, reconoció la gravedad del déficit fiscal. “Tenemos un problema muy de fondo, un déficit muy alto y tal vez insostenible”, afirmó, planteando que la solución no puede recaer únicamente en mayores impuestos, sino que debe incluir un recorte del gasto público. En su criterio, “el tamaño del Estado hoy no es sostenible, incluso con una nueva reforma”.

El director de Fedesarrollo detalló los principales componentes de la propuesta: IVA por 4,5 billones, patrimonio por 9,8 billones, renta de personas naturales y otros impuestos que en conjunto alcanzarían los 26,3 billones. Sin embargo, advirtió que parte de la estrategia oficial podría ser presentar un proyecto muy amplio para luego negociar una versión más reducida en el Legislativo, como ocurrió en 2024, cuando una iniciativa similar fue rechazada y el presupuesto debió expedirse por decreto.

Sobre los puntos que podrían tener consenso, destacó el IVA a los juegos de azar en línea, argumentando que es una medida sin mayor discusión, pues hoy existe una asimetría frente a los juegos presenciales que sí pagan el 19 %. También respaldó ajustes graduales al IVA de importaciones superiores a 200 dólares, con el fin de evitar incentivos a la subdeclaración.

No obstante, consideró inconveniente gravar con IVA las cuotas de administración de conjuntos residenciales. “Es una muy mala idea. Ya enfrentan incrementos en costos por la reforma laboral”, subrayó. También alertó sobre los riesgos de acumular impuestos en sectores sensibles, como combustibles o boletas de conciertos, en una economía que crece por debajo del 3 %.

En materia de personas naturales, explicó que la reforma no amplía la base de contribuyentes, sino que incrementa las cargas a quienes ya tributan. “Lo único que se hace es que quienes hoy pagan impuestos empiecen a pagar más”, señaló, recordando que de los 23 millones de ocupados en el país, solo tres millones pagan impuesto de renta. Con la propuesta, las tarifas marginales pasarían del 28 % a un máximo del 41 %.

Mejía también expresó preocupación por los efectos sobre la inversión, que actualmente se encuentra en niveles críticos, con menos del 17 % del PIB, el más bajo en veinte años. Según él, más impuestos a dividendos y sectores estratégicos podrían “profundizar la caída de la inversión”.

Finalmente, al referirse a la llamada curva de Laffer, el economista concluyó que Colombia ya muestra señales de estar en el punto donde mayores impuestos reducen la base tributaria. “Cuando se tributa por encima de lo razonable, la gente busca evitar el pago y se reduce el recaudo”, advirtió.