El Ecoparque Ciénaga de Mallorquín, considerado uno de los tesoros ambientales más importantes de la capital del Atlántico, estrenó este miércoles su primera galería educativa de aves, un espacio de aprendizaje a cielo abierto que busca fortalecer la educación ambiental, el aviturismo y la conservación del ecosistema.
La nueva galería está compuesta por 50 placas informativas en español e inglés, ubicadas en la torre mirador del Sendero Manglar, donde los visitantes podrán conocer las características de más de 30 especies locales y migratorias. Cada pieza contiene datos didácticos, ilustraciones y un código QR que dirige a la plataforma BirdExplorer, en la que se pueden consultar rutas migratorias, sonidos y descripciones de las aves.
Durante el acto inaugural, el alcalde Alejandro Char recorrió las instalaciones y destacó el valor de este proyecto para la ciudad. “El Ecoparque Ciénaga de Mallorquín tiene ahora una galería educativa de aves a cielo abierto. Este aporte fortalecerá el aviturismo, la educación ambiental y la conservación del ecosistema”, expresó el mandatario en sus redes sociales.
La iniciativa fue posible gracias a la financiación y apoyo de Audubon y el Grupo Argos, organizaciones que resaltaron la importancia de acercar a la ciudadanía al conocimiento de la biodiversidad. “A partir de hoy, las aves de Mallorquín empezarán a ser conocidas con nombre y apellido. La conservación del patrimonio natural parte del conocimiento y de la acción colectiva”, afirmó Aurelio Ramos, director general de Audubon para América Latina y el Caribe.
Por su parte, Ilva Gómez, gerente legal y de sostenibilidad del Grupo Argos, señaló que el proyecto enriquece la experiencia de quienes visitan el ecoparque, al tiempo que refuerza la conexión de Barranquilla con sus ecosistemas.
Además de las placas educativas, la inauguración estuvo acompañada de un anuncio especial: la junta directiva de Audubon reconocerá al alcalde Alejandro Char como Audubon Conservation Champion por su liderazgo en la protección de la Ciénaga de Mallorquín y por posicionar a Barranquilla como un “aeropuerto y hotel cinco estrellas” para aves migratorias. La distinción será entregada el 30 de septiembre en Carolina del Sur, en el marco del hermanamiento del Ecoparque con el Santuario Beidler Forest.
El diseño de la señalización fue elaborado en madera grabada con tecnología láser, respetando la estética del ecoparque y resaltando especies emblemáticas como la garza rojiza, símbolo de la riqueza avifaunística local.
Con este proyecto, Barranquilla reafirma su compromiso como ciudad amigable con las aves y referente nacional en conservación urbana, integrando ciencia, turismo sostenible y participación ciudadana en un solo espacio que honra la vida y la biodiversidad.