La canciller Laura Sarabia concluyó una intensa agenda de tres días en Bruselas con un mensaje claro: Colombia está lista para consolidar una nueva etapa de cooperación estratégica con la Unión Europea, centrada en la transición energética, la justicia social, los derechos humanos y una política exterior más activa y transformadora.
Durante su visita, la jefa de la diplomacia colombiana sostuvo reuniones de alto nivel con autoridades como la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, y el vicepresidente del Parlamento Europeo, Javi López. En esos espacios se acordó iniciar la negociación de un Acuerdo de Asociación y Cooperación Colombia–UE, que permitirá ampliar el diálogo político y la cooperación en temas clave como seguridad, lucha contra el crimen organizado y cambio climático.
Sarabia también lideró como presidencia pro tempore de la CELAC un encuentro con embajadores latinoamericanos en Europa, donde presentó la hoja de ruta para la IV Cumbre CELAC–UE, que se celebrará en Santa Marta. Allí propuso pasar del discurso a los hechos con proyectos concretos en migración, sostenibilidad, interconexión eléctrica y digitalización.
Uno de los puntos más destacados de su visita fue el impulso a las inversiones sociales en transición energética. En reuniones con comisarios europeos y empresarios del programa Global Gateway, Colombia propuso una agenda que prioriza el acceso al agua, energías limpias y tecnología con impacto comunitario.
Asimismo, la canciller sostuvo un diálogo con el Ministro de Relaciones Exteriores de Bélgica, Maxime Prévot, donde se abordaron temas como el desminado humanitario, cooperación en seguridad portuaria y la apertura de una agregaduría policial colombiana en Bruselas. También se cursó una invitación formal al gobierno belga para asistir a la Cumbre CELAC–UE en Santa Marta.
En su último día, Sarabia se reunió con embajadores de Colombia en Europa para trazar las líneas estratégicas de la diplomacia nacional en lo que resta de gobierno, enfocadas en paz territorial, equidad de género, migración con enfoque humano y diplomacia digital con IA responsable.
La canciller cerró su visita con un encuentro emotivo con miembros de la diáspora colombiana en Bélgica, a quienes agradeció por ser embajadores culturales del país en el mundo.
La visita a Bruselas refuerza el posicionamiento internacional de Colombia como un socio confiable, comprometido con el desarrollo sostenible y los derechos humanos. Con esta misión, el gobierno reafirma su intención de construir alianzas con resultados concretos para las comunidades más vulnerables del país.