Ubicada a 180 metros bajo tierra, en el corazón de una mina de sal activa, la Catedral de Sal de Zipaquirá se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más fascinantes de Colombia y del mundo. Su singularidad no radica solo en ser la única catedral subterránea del planeta, sino en ofrecer una experiencia que combina arte, fe, historia y tecnología en un mismo lugar.

Más allá de lo espiritual

Aunque el componente religioso es un pilar importante —incluyendo un imponente viacrucis tallado en roca salina y una monumental cruz de 16 metros de altura—, la Catedral de Sal ofrece mucho más. Espacios como el cine en 3D, los museos temáticos, las tiendas de artesanías y los recorridos guiados en varios idiomas convierten esta visita en un plan completo para todas las edades. Además, es un destino amigable con las mascotas, lo que lo hace aún más atractivo para las familias.

Un espacio para vivir, sentir y capturar

Con una arquitectura impactante y una atmósfera envolvente creada por juegos de luces y esculturas esculpidas en sal, la catedral se convierte en un escenario ideal para la fotografía, las celebraciones y los momentos inolvidables. Es un lugar que inspira asombro incluso en quienes no profesan una fe específica.

Aventura subterránea y diversión en la superficie

Los más pequeños —y también los grandes— disfrutan de actividades como la Ruta del Minero, que permite conocer de cerca la labor de extracción de sal, y el Muro de Escalar de 17 metros, una experiencia llena de adrenalina al aire libre que complementa la visita con emoción y aprendizaje.

Zipaquirá: más que un destino, una experiencia completa

La visita a la Catedral de Sal puede extenderse fácilmente al municipio de Zipaquirá, un pueblo que cautiva con su arquitectura colonial, su variada oferta gastronómica y el calor humano de su gente. Con múltiples opciones de transporte, incluido el icónico Tren de la Sabana, es un viaje fácil de planear… y difícil de olvidar.

El plan ideal para estas vacaciones

Sumergirse en la majestuosidad de la tierra nunca había sido tan enriquecedor. Este destino turístico no solo se recorre: se vive con los cinco sentidos. Si estás buscando un plan original, lleno de historia, cultura, aventura y espiritualidad, la Catedral de Sal es la opción que estabas esperando.