En un país donde los animales de compañía son considerados miembros de la familia, un enemigo silencioso amenaza su bienestar: la obesidad. En Colombia, el 24,4% de los perros y el 35% de los gatos adultos presentan esta condición, una cifra que alarma a veterinarios y expertos en salud animal. Las razas más propensas son el Beagle, Labrador y Pinscher, según un estudio liderado por la compañía Gabrica.
Este creciente problema de salud en las mascotas no solo compromete su calidad de vida, sino que también puede desencadenar enfermedades graves como diabetes, displasia de cadera, osteoartritis y afecciones respiratorias. En los felinos, la situación es aún más crítica, ya que la obesidad agrava patologías como lipidosis hepática y problemas urinarios.
“Muchos tutores de mascotas creen que dar más comida es sinónimo de cariño, pero este exceso, combinado con la falta de ejercicio, acorta la vida de los animales”, señala Michel Cardona, médico veterinario de Gabrica. Además, explica que el exceso de grasa produce una inflamación crónica que afecta órganos vitales.
Los profesionales de la salud animal recomiendan evaluar regularmente el Índice de Condición Corporal (BCS), una herramienta útil para determinar si el animal presenta sobrepeso u obesidad. A partir de este diagnóstico, se puede diseñar un plan integral de pérdida de peso que incluya dieta, ejercicio y controles periódicos.
En este contexto, marcas como Hill’s han desarrollado soluciones nutricionales como la línea Metabolic, creada científicamente para facilitar la pérdida de peso sin afectar la salud del animal. Estas dietas ofrecen un alto contenido proteico para preservar la masa muscular, nutrientes equilibrados para garantizar una ingesta adecuada, y componentes que mejoran la saciedad, ayudando a reducir la ansiedad por la comida.
Además de la alimentación especializada, los expertos insisten en la importancia de mantener una rutina de ejercicio físico acorde a la edad y condición de cada mascota. Las dietas húmedas, por ejemplo, también son una opción recomendada para mejorar el llenado gástrico y reducir la sensación de hambre.
El llamado es claro: la obesidad en mascotas no es solo una cuestión estética, sino un problema serio de salud pública animal que requiere acción urgente. Los tutores deben asumir un rol activo, consultar con su veterinario de confianza y establecer rutinas saludables que incluyan alimentación balanceada, actividad física y revisiones periódicas.
Porque una mascota saludable es sinónimo de una familia feliz. La prevención comienza en casa.