La esperada liberación de 28 policías y un oficial del Ejército que permanecían retenidos en el corregimiento de El Plateado, Argelia, se vio frustrada tras el asesinato de un hombre en la zona urbana de este territorio. La situación ha generado una creciente tensión en la región, con señalamientos de líderes comunitarios sobre la presunta responsabilidad de grupos armados y las fuerzas militares en los hechos.
Negociaciones interrumpidas por la violencia
Las negociaciones para la liberación de los uniformados se llevaban a cabo en la caseta comunal de la vereda La Hacienda, con la mediación de la Defensoría del Pueblo, la Misión de Apoyo al Proceso de Paz de la OEA (MAPP-OEA), la ONU y la Personería de Argelia. Durante el encuentro, representantes del territorio presentaron un pliego de exigencias que incluía:
No judicializar a personas identificadas en los enfrentamientos con el UNDMO.
Retiro de las Fuerzas Militares del territorio.
A pesar de haber logrado acuerdos preliminares, el asesinato de un ciudadano alteró el desarrollo de las negociaciones, impidiendo la salida de los uniformados y los delegados humanitarios.
Acusaciones y respuesta del Gobierno
Uno de los líderes comunitarios responsabilizó al grupo armado Segunda Marquetalia en presunta alianza con el Ejército Nacional por los hechos de violencia ocurridos. “No nos vamos a quedar callados y esto no se va a quedar así”, expresó.
El incidente se produjo horas antes de la llegada del ministro de Defensa, Pedro Sánchez, quien tenía programada una visita al departamento del Cauca para reunirse con autoridades y líderes locales, con el fin de evaluar la situación en el Cañón del Micay.
Posición del presidente Gustavo Petro
Tras los acontecimientos, el presidente Gustavo Petro reafirmó la presencia de las fuerzas militares en la zona a través de un mensaje en su cuenta de X:
“Jamás saldrá el Ejército de Colombia ni de El Plateado ni del Micay. Esa es una decisión irreversible porque el Micay no le pertenece a los carteles mexicanos, sino a Colombia. La ofensiva militar y social debe duplicarse”.
Además, el mandatario advirtió que, de mantenerse la retención de los policías, el Gobierno declarará la conmoción interior en el Micay, con el fin de financiar una ofensiva militar y social definitiva en la región. Petro también instó a la población campesina a sumarse al programa de pagos masivos por erradicación de cultivos ilícitos, como parte de la estrategia del Gobierno para debilitar la influencia de grupos armados en la zona.
Escalada de tensión en el Cauca
La situación en el Cauca sigue siendo crítica, con un conflicto latente entre grupos armados, el Gobierno Nacional y las comunidades locales. La fallida liberación de los uniformados ha incrementado la incertidumbre sobre el futuro del territorio, mientras la administración Petro endurece su postura frente a los actores que controlan la región.
Las organizaciones humanitarias han llamado a la moderación y al diálogo para evitar una escalada mayor de violencia en una zona que, históricamente, ha sido epicentro del conflicto armado en Colombia.