En la región montañosa del Catatumbo, fue liberado Jairo Rojas, un contratista de Ecopetrol que había estado secuestrado desde el 25 de octubre. El hombre, quien realizaba labores de mantenimiento al oleoducto Caño Limón Coveñas, fue interceptado por hombres armados junto a tres compañeros más, quienes ya habían sido liberados la semana pasada.
El trabajador de una filial de Ecopetrol fue recibido por una comisión conformada por la Iglesia Católica, la Defensoría del Pueblo y la Personería local. Después de su liberación, fue atendido en un centro de salud y posteriormente se reunió con su familia.
Los secuestradores, miembros del ELN, habían capturado a los cuatro contratistas cuando trabajaban en la zona rural de Convención, Norte de Santander, realizando tareas de mantenimiento en el oleoducto. El secuestro se enmarca en una serie de atentados que el ELN ha perpetrado contra la infraestructura petrolera, que ya ha sido blanco de varios ataques este año, el más reciente el 24 de septiembre en Toledo, Norte de Santander.
Este tipo de violencia genera gran preocupación en la región, ya que obstaculiza el avance de proyectos de infraestructura, tanto viales como petroleros. Además, la zona sigue siendo afectada por la presencia de grupos armados ilegales que dificultan la seguridad y el desarrollo de la región.
En otro hecho, en el corregimiento de San Faustino, zona rural de Cúcuta, se produjo otro secuestro. Alejandro Porras Colmenares, un empresario del sector carbonero de Norte de Santander, fue interceptado mientras viajaba en su vehículo. Los secuestradores lo llevaron en su camioneta, la cual luego fue incinerada, al igual que una volqueta cercana.
Las autoridades están llevando a cabo investigaciones con el apoyo del Gaula de la Policía y el Ejército para dar con el paradero del empresario. Aunque se han identificado varios grupos armados como el ELN, las disidencias de las Farc y grupos paramilitares en la zona, aún no se ha confirmado quiénes son los responsables del secuestro de Porras Colmenares.
