Este domingo, 5 de enero, Manizales fue el escenario de una de las tradiciones más esperadas de la Feria: la cabalgata, un desfile ecuestre que recorrió un hipódromo urbano de 7,2 kilómetros, llenando de energía y color las calles de la ciudad. A las 10:15 a.m. comenzaron a salir los primeros 1.545 caballos que, divididos en grupos de 200 ejemplares, cruzaron diferentes puntos emblemáticos de la capital caldense, rodeados de sombreros aguadeños y una atmósfera festiva.
El recorrido incluyó algunas de las principales avenidas de la ciudad, como la Avenida Centenario, la Carrera 23, la Calle 18, la Avenida Santander y el Barrio Laureles, entre otros. A lo largo del trayecto, se implementaron medidas de seguridad y control, como cierres de vías y moderación del volumen de la música, para evitar molestias a los residentes cercanos. Además, la Alcaldía de Manizales estuvo a cargo del monitoreo del tránsito, asegurando que el evento transcurriera sin mayores contratiempos.
Este evento ecuestre, organizado por Asdecaldas y el Club Activo 2030, no solo celebró la tradición manizaleña, sino que también tuvo un propósito solidario. Los recursos recaudados durante la cabalgata se destinarán a apoyar a niños en situación de vulnerabilidad, proporcionándoles herramientas para su desarrollo en áreas como la psicosocial, nutrición y educación.
Sin embargo, durante el evento, algunos caballistas incurrieron en actitudes irresponsables, como beber licor mientras cabalgaban, a pesar de las restricciones en cuanto al consumo de alcohol durante la cabalgata. La organización hizo un llamado a la responsabilidad y el respeto por las normas de seguridad para evitar accidentes y garantizar el bienestar de todos los participantes.
Con esta cabalgata, la Feria de Manizales reafirma su importancia como un evento que no solo celebra la cultura y las tradiciones de la región, sino que también busca contribuir al bienestar social.