En primavera el país del Medio Oriente ganó elogios luego de sus rápidos movimientos para cerrar fronteras y la mayoría de los negocios, pero luego de reabrir su economía, aumentaron los nuevos casos.

Este jueves el gobierno israelí anunció un endurecimiento en su segundo confinamiento, donde se cerrarán las sinagogas, se reducirán las concentraciones y el número de negocios abierto, para así poder frenar la propagación del virus.

Debido al aumento continuo del número de infectados, desde hace una semana el reconfinamiento ha estado vigente.

A partir del viernes a las 2:00 p.m. hora local, las sinagogas estarán cerradas, con excepción de Yom Kipur (día del perdón, que se celebra la noche entre domingo y lunes), y sólo los sectores laborales considerados «esenciales» podrán seguir en actividad.

A su vez,  las manifestaciones y las oraciones al aire libre se limitarán a 20 personas y deberán realizarse a menos de 1 km de su lugar de residencia.

Estas medidas aún deben ser autorizadas por el Parlamento. Las autoridades también deben decidir el eventual cierre del aeropuerto internacional Ben Gurion de Tel Aviv, los medios de comunicación locales citan una posible prohibición de salir al exterior.

Debido a los rápidos movimientos para evitar la propagación del virus, en mayo la cifra diaria de nuevos casos se había reducido a dos dígitos, pero tras reabrir su economía, aumentaron las nuevas infecciones durante el verano.

Israel reporta actualmente casi 7.000 nuevos casos diarios, lo que ubica al país de 9 millones de personas entre los peores del mundo en términos per cápita.