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Tomás Uribe plantea una posible candidatura vicepresidencial de su padre para 2026 y denuncia intento de inhabilitación política

Tomás Uribe, hijo del expresidente Álvaro Uribe Vélez, sorprendió al país al afirmar públicamente que su padre podría aspirar a la Vicepresidencia de Colombia en las elecciones de 2026. La declaración, que sacudió el panorama político nacional, fue acompañada de duras críticas al actual gobierno y denuncias sobre un presunto intento de inhabilitación política mediante el proceso judicial que enfrenta el exmandatario.

Según Tomás Uribe, la figura de su padre sigue siendo “clave y necesaria” para consolidar una oposición sólida frente a lo que denominó como “el fracaso del PetroSantismo”, refiriéndose a una supuesta continuidad entre los gobiernos de Gustavo Petro y Juan Manuel Santos. De acuerdo con el empresario, el país requiere de un liderazgo que recupere el rumbo institucional, y su padre estaría dispuesto a asumir ese rol.

La propuesta surge en medio de la recta final del juicio penal que enfrenta Álvaro Uribe por presunto soborno a testigos y fraude procesal. La Juez 44 Penal del Circuito de Bogotá, Sandra Liliana Heredia, dará a conocer el sentido del fallo el próximo 28 de julio. Tomás Uribe sostiene que el proceso responde a intereses políticos, y lo calificó como un caso de lawfare, es decir, el uso del aparato judicial para fines electorales y de persecución.

“Este juicio está basado en pruebas manipuladas y testimonios sin credibilidad. Dos fiscales solicitaron cerrar el caso, pero se insistió en la imputación con base en grabaciones editadas y en testigos como Juan Guillermo Monsalve, cuya imparcialidad ha sido ampliamente cuestionada”, aseguró Tomás Uribe.

El hijo del exmandatario responsabilizó directamente al exfiscal general Eduardo Montealegre y al senador Iván Cepeda de impulsar la acusación desde el poder institucional para “neutralizar políticamente” a Álvaro Uribe. “No quieren que mi papá tenga un rol protagónico en las elecciones de 2026. Por eso buscan inhabilitarlo antes de que esa posibilidad se convierta en realidad”, enfatizó.

Tomás Uribe también se refirió al atentado sufrido recientemente por el senador Miguel Uribe, atribuido a disidencias de las FARC, y aseguró que ese hecho, sumado al proceso contra su padre, configura “un escenario de exclusión política orquestado desde el poder”.

A su juicio, una fórmula presidencial con Álvaro Uribe como vicepresidente no sería un acto simbólico, sino una jugada estratégica para unir a la oposición democrática en torno a una candidatura de alto impacto nacional. “Mi padre no está acabado. Lo quieren fuera del camino porque sigue siendo un referente para millones de colombianos”, concluyó.

El pronunciamiento de Tomás Uribe reaviva el debate sobre la participación política del expresidente, justo cuando se aproxima el fallo judicial que definirá su futuro inmediato. Mientras tanto, el país permanece atento a los posibles movimientos dentro del uribismo y a las implicaciones que este nuevo escenario podría tener en la antesala de las elecciones de 2026.