La ley de financiamiento presentada por el Gobierno ante el Congreso ha generado preocupación entre diferentes sectores económicos, que señalan un posible impacto negativo en la economía debido al aumento de algunos impuestos clave.
Uno de los puntos más polémicos es el incremento del impuesto al carbón, que subiría de $17.447 a $142.889 por tonelada, representando un alza del 719%. Según la Cámara Colombiana del Cemento y el Concreto (Procemco), esta medida podría causar pérdida de empleos, una reducción de la competitividad industrial y mayores costos en la construcción.
El carbón, esencial en la producción de clinker —principal insumo del cemento—, es crucial para los hornos cementeros y como fuente energética confiable. Alejandro Ramírez, presidente de la Junta Directiva de Procemco, advirtió sobre un “efecto dominó” con consecuencias como la pérdida de puestos de trabajo y el debilitamiento de las políticas climáticas.
Además, señaló que aunque se planea aumentar el impuesto al carbón, el porcentaje destinado a la protección ambiental y la lucha contra el cambio climático se reduciría drásticamente, pasando del 80% al 27% de lo recaudado.
En términos de desempeño económico, el sector cementero proyecta una caída del 3% para 2024, tras una contracción del 5.9% acumulada hasta septiembre de este año. “El sector vivienda formal es el más afectado, aunque esperamos una leve recuperación en el segundo semestre. Sin embargo, el alza del 700% en el impuesto al carbón elevará los precios de los productos”, concluyó Ramírez.