En un pronunciamiento difundido a través de su cuenta oficial de X, el presidente Gustavo Petro aclaró que nunca responsabilizó al Ejército de Liberación Nacional (ELN) por el asesinato del senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay. El mandatario aseguró que no existen indicios contra ese grupo guerrillero, pero sí contra la disidencia de las Farc conocida como Segunda Marquetalia.
Las declaraciones surgieron luego de que el comandante del ELN, Antonio García, lo acusara de mentir tras recordar que, durante una ceremonia de ascensos en la Policía, Petro manifestó que era “probable” que ese grupo estuviera vinculado al crimen. El jefe de Estado respondió directamente a la polémica afirmando que sus discursos fueron malinterpretados y que sus palabras fueron claras: “El ELN debería leer más que la prensa, directamente mis discursos. No hablo por hablar”.
Petro sostuvo que la información disponible apunta hacia la Segunda Marquetalia, organización con operaciones en Colombia y Venezuela, a la que señaló de haber recibido dinero para cometer el asesinato. Además, indicó que ambos grupos armados libran actualmente una guerra por el control de economías ilícitas, la cual ha afectado gravemente a comunidades civiles en zonas fronterizas.
El mandatario también pidió al gobierno de Venezuela actuar con determinación para expulsar a estas estructuras de su territorio y recordó que, con el consentimiento de Nicolás Maduro, se han decomisado toneladas de cocaína en la frontera. Petro advirtió que las actuales estrategias insurgentes se enfocan más en el soborno de oficiales y funcionarios que en la confrontación armada directa.
En su mensaje, acusó a las mafias transnacionales de impulsar una “guerra fratricida” en la región y cuestionó el rol del comandante del ELN, alias “Pablito”, a quien señaló de obedecer a intereses mafiosos y de sabotear los diálogos de paz.
Finalmente, Petro advirtió que la presencia de estructuras armadas binacionales representa un riesgo grave para la estabilidad de Colombia y Venezuela. “Para el bien de ambos países, no debe haber grupos armados binacionales, dirigidos por extranjeros, en nuestros territorios”, concluyó.