Las fuerzas armadas de Estados Unidos tendrán la capacidad de ser desplegadas en zonas de acceso y adyacentes al canal de Panamá, de acuerdo con un pacto establecido entre ambas naciones, una significativa concesión al presidente Donald Trump, quien está decidido a reinstaurar el control sobre esta crucial vía interoceánica.
El gobierno de Panamá aclara que no se tratará de bases militares, un tema delicado en esta nación centroamericana, ya que evoca el periodo en el que Estados Unidos mantenía un enclave de tropas antes de transferir el control del canal a Panamá el 31 de diciembre de 1999.
Las fuerzas estadounidenses podrán hacer uso de las instalaciones y áreas “autorizadas” para actividades como “entrenamiento”, “ejercicios” y otras funciones, según el acuerdo firmado por el ministro de Seguridad de Panamá, Frank Ábrego, y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, quien estuvo en Panamá esta semana.
El acuerdo de seguridad contiene imágenes de las instalaciones aprobadas, incluyendo dos bases aeronavales y un aeropuerto, ubicados en zonas donde anteriormente se encontraban las bases militares estadounidenses en la Zona del Canal.
Desde su regreso al poder en enero, Trump ha advertido sobre su intención de “retomar” la vía marítima edificada por Estados Unidos, sosteniendo que dicha ruta se encuentra bajo la “influencia” de China.
“Estamos recuperando el canal. China ha tenido demasiada influencia, junto con Panamá, los estamos expulsando, señor”, comentó Hegseth a Trump este jueves en Washington.
El acuerdo, que tendrá una vigencia de tres años con posibilidad de renovación, determina que las instalaciones pertenecerán al gobierno panameño y serán de “uso compartido” por las fuerzas de seguridad de las dos naciones.
Durante su estancia en Lima, el mandatario panameño, José Raúl Mulino, afirmó este jueves que ha rechazado la propuesta del Pentágono de incorporar en el convenio cláusulas tales como “presencia militar continua”, “instalaciones militares” y “transferencia de territorio”.