La bancada del Pacto Histórico en el Congreso anunció su rotundo rechazo a la ponencia mayoritaria de la Reforma Laboral que será discutida en la Comisión Cuarta del Senado, advirtiendo que la propuesta representa un retroceso en las conquistas históricas del movimiento obrero y social del país. A través de un comunicado oficial, la colectividad presentó doce líneas rojas que considera innegociables para avanzar en la transformación del modelo laboral colombiano.
Entre los puntos más destacados, la representante a la Cámara María Fernanda Carrascal recalcó que uno de los pilares fundamentales debe ser la estabilidad en el empleo, proponiendo que el contrato a término indefinido sea la regla general, sin eliminar otras modalidades, pero garantizando que los trabajadores no pierdan beneficios ni derechos en el proceso.
“El recargo dominical debe mantenerse al 100% y el recargo nocturno debe aplicarse desde las seis de la tarde sin excepciones. Esas son conquistas que no pueden ser eliminadas ni debilitadas”, expresó Carrascal. También insistió en que la jornada laboral debe respetarse entre las seis de la mañana y las seis de la tarde, evitando la flexibilización que, según argumenta, terminaría precarizando las condiciones de los trabajadores.
Otra de las preocupaciones manifestadas por el Pacto Histórico tiene que ver con los aprendices del SENA, quienes, según la bancada, han sido excluidos de las garantías de seguridad social. Por ello, insisten en que debe restablecerse el carácter laboral del contrato de aprendizaje, de forma que los jóvenes trabajadores tengan pleno acceso a prestaciones sociales y derechos laborales.
“Queremos sí o sí que vuelva la laboralidad al contrato de aprendizaje de los estudiantes del SENA. No se puede ser regresivo en los derechos de los trabajadores. Tenemos que recuperar los que perdimos en 2002”, puntualizó la congresista.
Con estos planteamientos, la bancada de gobierno reiteró que no respaldará la ponencia mayoritaria tal como está formulada. Consideran que esta no responde a las necesidades reales de los trabajadores ni representa los principios por los que han luchado durante años los sectores populares del país.
El debate de la Reforma Laboral continúa generando intensas divisiones en el Congreso, mientras desde el Gobierno se insiste en que esta transformación es esencial para garantizar la dignidad del trabajo y equilibrar la balanza entre empleadores y empleados.