La decisión de Coca-Cola de lanzar una nueva versión de su bebida elaborada con azúcar de caña, en reemplazo del tradicional jarabe de maíz, podría convertirse en una oportunidad estratégica para Colombia, uno de los principales productores de azúcar en América Latina.
El anuncio fue hecho por la compañía tras declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien aseguró haber convencido al gigante de bebidas de adoptar edulcorantes más naturales como parte de su agenda “Make America Healthy Again” (MAHA), que busca reformular productos para combatir enfermedades como la obesidad y la diabetes. Esta nueva línea de Coca-Cola será lanzada en otoño y, según expertos, podría generar una mayor demanda de azúcar de caña a nivel internacional.
Actualmente, aunque Estados Unidos cultiva caña de azúcar en estados como Florida, Texas y Luisiana, la oferta doméstica es insuficiente. Con un déficit del 27,7 %, el país importa anualmente cerca de 3,4 millones de toneladas métricas de azúcar, valoradas en 2.700 millones de dólares, lo que convierte a este mercado en una gran oportunidad para países exportadores como Colombia.
Andrés Rodríguez, director ejecutivo de exportaciones de ProColombia en Washington DC, explicó que “Colombia ya cuenta con acceso preferencial al mercado estadounidense gracias al Tratado de Promoción Comercial Bilateral, con 59.000 toneladas métricas, y otras 25.819 toneladas bajo cuotas de la OMC, sumando un total de 84.819 toneladas con aranceles reducidos o preferenciales”.
Colombia produce aproximadamente 2 millones de toneladas métricas de azúcar, de las cuales 1,5 millones se destinan al consumo interno y solo medio millón a exportaciones. Este panorama podría cambiar si se consolida una relación comercial directa con compañías como Coca-Cola, que podrían optar por abastecerse en países con ventajas logísticas y de producción como el nuestro.
“El país ofrece condiciones muy atractivas: cercanía geográfica, infraestructura portuaria por el Caribe y el Pacífico, y una capacidad de respuesta flexible. Todo esto nos posiciona estratégicamente frente a la tendencia global de cadenas de suministro más sostenibles y transparentes”, añadió Rodríguez.
El movimiento de Coca-Cola no es aislado. Diversas empresas del sector alimenticio en Estados Unidos están explorando la transición hacia ingredientes naturales, lo que podría impulsar una nueva demanda de azúcar de caña en reemplazo de la alta fructosa. En este contexto, Colombia podría fortalecer sus relaciones con nuevos compradores y aumentar su participación en segmentos premium del mercado.
Sin embargo, los expertos advierten que para aprovechar esta ventana de oportunidad, el país deberá optimizar las cuotas actuales, establecer relaciones directas con usuarios finales y continuar fortaleciendo su posicionamiento como proveedor sostenible, competitivo y confiable.
De concretarse alianzas estratégicas, la industria azucarera colombiana no solo podría incrementar sus exportaciones, sino también posicionarse como un actor clave en la reformulación saludable de productos en Estados Unidos, consolidando así su presencia en un mercado con alto potencial de crecimiento.