A cuatro años de la entrada de la pandemia a Europa, es mucho lo que hemos aprendido del coronavirus y cómo puede afectarnos. Sin embargo, los científicos siguen haciéndose algunas preguntas acerca de su evolución a lo largo del tiempo. Y una duda que les persigue hace meses es a qué se debe la «niebla mental» en pacientes con Covid persistente. Pues bien, parece que han detectado cuál es la causa de este síntoma que impide la normal realización de las actividades diarias de los individuos que no logran curarse.

Muchos son los casos de pacientes que experimentan dificultad de concentración, problemas de atención y pérdida de memoria. Esta «torpeza mental» o «niebla mental», que hasta ahora no era diagnosticada como tal, explica por qué tienen tantos obstáculos para insertarse definitivamente en la sociedad. Si bien los demás intentan animarles, se sienten realmente mal y lo peor es que no se encontraba causa sobre ello.

Detectada la causa de la niebla mental en los pacientes con Covid persistente

Un equipo de expertos irlandeses ha descubierto un rasgo patológico en los cerebros de los sujetos afectados que podría argumentar este deterioro cognitivo paulatino. Y, a su vez, sería el primer paso para iniciar una terapia o tratamiento.

Esto, en un contexto en el que el desarrollo de tratamientos para el Covid persistente -o long Covid- está trayendo más dificultades que las esperadas. Este trastorno, que aún afecta a un 10% de los pacientes que tuvieron el virus -aunque algunos no lo saben-, resulta muy complejo de abordar. Se considera que se sufre cuando el síntoma de niebla mental permanece tres meses.

Pero el inconveniente no es tanto la definición de quién padece long Covid, sino la multiplicidad de manifestaciones o síntomas. Hasta el momento se han contabilizado más de 200, más allá de que se hace hincapié en apenas algunos de ellos que son los que se repiten con mayor frecuencia. Es habitual que, junto a la niebla mental, les produzca fiebre, cansancio y dolores musculares.

Los resultados publicados por el equipo del Trinity College de Dublín en la revista Nature Neuroscience sostienen que la niebla mental está relacionada con una alteración de la barrera hematoencefálica. Ésta es una estructura clave del cerebro, una red compuesta por infinitos vasos sanguíneos y tejidos que debería proteger nuestro cerebro de sustancias tóxicas y patógenos.

¿Cómo afecta el Covid persistente a la barrera hematoencefálica?

Esta especie de muro de contención filtra los elementos, dejando pasar los que requiere el cerebro y manteniendo los innecesarios lejos de él. Al verse alterado su funcionamiento como consecuencia del Covid persistente, permite el paso de diversas sustancias tóxicas y patógenos que son los que generan esa «niebla». La atención y la memoria son dos de las principales áreas afectadas.

En las imágenes de resonancia obtenidas por los especialistas, se puede observar cómo ciertos pacientes presentan fugas en esos vasos sanguíneos que forman parte de la barrera hematoencefálica. Por supuesto, estas fugas no están presentes en los demás.

Matthew Campbell, jefe de Genética del Trinity College, comentó que han conseguido «demostrar por primera vez que los vasos sanguíneos cerebrales con fugas, junto con un sistema inmunológico hiperactivo, pueden ser los impulsores clave de la confusión mental asociada con el Covid persistente». Conociendo la causa de la torpeza mental, se está más cerca de diseñar un tratamiento.

Prevenir la demencia y otras enfermedades, el siguiente propósito de la ciencia

El objetivo de las próximas pruebas será reparar la barrera hematoencefálica alterada. Es algo en lo que se viene trabajando desde hace bastante tiempo, dado que no sólo tiene sentido en pacientes con Covid persistente sino en todos aquellos que, por causas variadas, tengan esta barrera alterada. Si los científicos pueden restaurar la integridad de los vasos sanguíneos cerebrales, tendrán de nuevo calidad de vida, en especial a los que no han vuelto a ser los mismos tras la pandemia.

La reparación de esta barrera es vital para prevenir la demencia y otras enfermedades que parecen tener en el Covid persistente un importante factor de riesgo. Se concluye que la degradación de la barrera hematoencefálica provoca un aumento de la probabilidad de Alzheimer y otras clases de demencia. De ahí que sea urgente aprender cómo restaurar la integridad de los vasos sanguíneos.

Los estudios llevados a cabo hasta aquí parten de la suposición de que es posible combatir las demencias con terapias que sellen completamente la barrera hematoencefálica. Eso evitaría que el cerebro acabe inundándose con sustancias tóxicas de la sangre. Claro que estos tratamientos están en sus pasos iniciales, y habrá que esperar algunos años para verlos en acción.

Independientemente de eso, haber encontrado la causa de la niebla mental de los pacientes con Covid persistente es un paso gigantesco que acrecienta las posibilidades de que los enfermos sueñen con disfrutar nuevamente de todo su potencial cognitivo.